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domingo, 28 de febrero de 2010

Las tres en punto en esta calle de sombras


Las tres en punto en esta calle de sombras.
Y la miro de soslayo
sobre el motor de la carroza MB.
Seduce, me saluda la muy condenada
como esas reinas de la belleza.

Las tres en punto
y rechazo subir a su carruaje
a pesar de los halagos.
¡Por más ebrio que vaya no caigo en sus brazos!
Sólo al coche rojo
con el auriga de la vida,
no a esa maldita limusina lúgubre
que siempre tiene
la misma estrella odiosa.

Las tres en punto en esta calle de sombras.
Abordo la vida y me lleva...
Yo quiero perderte Parca.
¿Por qué rondas mis pasos?
¿Por qué das vueltas
alrededor de mis huesos?
¿Acostarnos? No: tú cobras
con la vida; no tengo con qué pagar
tus oficios ni después del amor
un desayuno decente.

Lo intuyes, celosa:
elijo a las de la competencia.

Vendrás y como dijo
el poeta tendrás mis ojos.
Confórmate con que
algún día seré todo tuyo.

Las tres en punto en esta calle de sombras.

Texto inédito, 2005.

jueves, 25 de febrero de 2010

Al revés del mundo (Antipoemas cuánticos)

a los poetas ticos y del mundo, si salen bizcos después de ser agujereados por semejante andanada de metralla, vean, advertidos estaban...

a Carmen Molins, Humberto Garza, Juan Murillo, Cristian Marcelo Sánchez, More Baker, Rodrigo Soto, Rem, Gustavo Chaves, Marian Raméntol Serratosa, Faustino Desinach, a Ángel de "Noctambulario", Mariangardi, Alexánder Obando, Melvyn Aguilar, Luissiana Naranjo, Adriano Corrales, Juan Carlos Olivas, Gustavo Solórzano, J.P. Morales... por secundar todos mis rabietas del alma...

1

Las mañanas que por los pájaros cantan.
Espinas con ocultas rosas:
aguijonea el aroma al alma.
Ese libro me abre
despreocupadamente y me lee
con su cuadratura de enigma.
Y el tuerto reloj
busca en mi rostro la hora del hombre.
Un río de safari viene a mi orilla
y pesca mis ojos.
Las estrellas vuelven al firmamento
y miran más estrellas de estrellas.
El puñalero sicario vino a matar
al niñito en su cuna
y esta ternura lo ametralla.
La luna pasea con su ígneo amante
al amparo mío por las noches serenas
de un estío propicio.
Al pie de mi cama una fila de coches
de compras contempla
qué modelo de conductor soy.
Susurra uno de ellos:
“este escusado sólo podría
manejar un tanque”.
Con su dedo índice
el mapa repasa mi rostro
virgen: ha bautizado a mis ojos
Lagunas Gemelas; a mi nariz
Picacho Sombrío; a mi boca
Desfiladero Amargo, a mis mejillas
Llanos de los Ríos...

2

La distancia no puede mirar ojos.
He puesto el remojo en barbas.
Los caminos me han caminado.
Muero la vida.
El amor me hace a mí.
La canción me canta.
La poesía me escribe.
No aparco: mi coche me estaciona.
Los pies me andan.
El beso me besa.
El cáncer me tuvo a mí.
Sobrevivió en otros.
El cigarrillo me fuma.
Esta copa de licor
me bebe y se embriaga
y nos quebramos los dos llorando.
Tuve a mi madre hace 37 años.
La fiera me teme
y soy de cristal:
se teme a ella reflejada:
por mí que siga analfabeta
y toda confundida.
Mi vieja Benotto me conduce
por el lago con volcán,
es negra: una vertiginosa
pincelada con hombre
que poeta es.
Las lágrimas me lloran.
Un aire me respira,
le tapono la boca:
se ahoga se ahoga;
caminan caminan
por mí los caminos.

3

Cae cielo de lluvia.
Lamo al lamido
y siempre es con lengua.
La foto está en mí
y me mira desde el álbum.
Queda claro: siempre
whisky whisky
para evitar quedar uno
con boca de arco para abajo.
Entonces sos fotogénico
porque hay
que ser fotogénico.
El reloj fijamente
su mirada para ver
qué hora es. Un ojo
se mira asimismo
y se asusta por mirar
la mirada.
Y el ratón maúlla
al quedarse huérfano
de gato. La nostalgia.
Yo sé que la nostalgia
es terrible. Ya no tengo
enemigo por eso lloro.
Ahora que no estás lo lamento.
El golpe se suicidó dándose
con aroma de rosas.
Si lloro al revés mojo a la luna.
Mi propósito de despropósito.
La música me toca
y me compone en sinfonía.
El piano pulsa a Mozart:
es muy complejo, pero
le salen mejores notas
que si Mozart tocara el piano.
La sequía tiene sus dunas,
sus camellos, sus beduinos,
sus oasis. A todo eso
le llaman desierto de oriente.
En mi oasis el desierto
es la menor parte.

4

La escalera me sube y me baja.
El puente pasa por mí.
Estos zapatos me prueban
y yo les quedo grande:
no es el número de hombre
que ellos quieren.
El ladrido dio un perro perro perro.
El papel pegó a la goma:
venía por lana y salió trasquilada.
El caballo me subió y dedicóse
a pasear por el campo.
Me recitaba poemas mientras yo relinchaba.
Dije que el vaso me bebió
y después relamiéndose se limpió la sangre
por las comisuras del vidrio.
La radio aburrida me encendió
y en ese momento tenía
una sonata de Bach a todo pulmón.
Nos dormimos nada más para nosotros.
Su llorar era tan cierto
que las lágrimas tenían forma de violín.
Amanecí caminando
por la cabeza: mis pies pensaban.
A la tarde estaba tan abollada
que puse pies en tierra.
Los poemas son el poeta.
No hay duda.
Los árboles empezaron
a poblar mis ojos
y éstos salieron volando como
asustados pájaros.
La mosca molesta de mí usó
el matahombres:
salí corrido por la celosía
a otra mierda más tranquila.
Los colores se alzaron en huelga.
Todo tan descolorido,
tan en blanco y negro.
Siempre dejan al blanco
y negro solamente
por piedad del hombre.

5

Cuando ya todos los ebrios
se han ido para sus casas
y la cantina queda
en absoluto silencio,
una botella, a medio llenar,
comenta a su amiga:
“Bebí muy a gusto medio hombre.
Era apuesto. Sabía a sal.
Fumaba grandes puros
y gastaba barba de príncipe oriental.
Quise habérmelo tragado
de un golpe, pero divagaba
mucho en su tierra del norte;
por momentos me dejaba,
hacía muchas acotaciones
memoriosas: de un lago
con volcán encrespado,
describía a sus padres
interminablemente
y de todas las hermanas
que tiene, tantas, que es el único varón
con gemela.
Su compañera,
junto a ella, vacía, trastabillando,
a punto de caer, trata de decir algo...
Se escanció hasta el límite
a todo un hombre.
La media de aguardiente
trata de sostenerla, de calmarla...
Chasquido de campanas
de vidrio, brillos fugaces
al alba riendo y cantando...
Las dos amigas han libado
a hombre y medio, no pueden contenerse,
caen del estante, se hacen añicos.


"Al revés del mundo", texto inédito de 2002.

miércoles, 24 de febrero de 2010

Estaciones


En esta hora no me reconozco,
se hace difícil determinar en el espejo
mi pálido rostro tenue.
No tengo memoria de mí.
Esta quietud me inquieta.
Del cajón asoma el negro violín,
un enano azul lo lame.
Alguien comienza a mover mis hilos,
escoge el traje amarillo,
los zapatos rojos, la corbata blanca con lunares…
Empieza la función.
Ya la gente ríe.
Quisiera decirles lo que siento,
no lo que el hombre farsante
y petulante habla: el discurso manido,
unos versos tan agotados
como su cepillo de dientes
(el afán devorador por la notoriedad lo aprisiona).
Aquel niño transparente
prometió liberarme de este oprobio…
Quizá su cuerpo diáfano fue curtido
por los soles y los vientos
o envejeció su alma para sentir la ilusión
de resucitar la vida en esta triste marioneta.
Quizá ha traído sus propios niños
a este tenderete y no le he reconocido.
Han reparado mis articulaciones,
me han pulido y pintado…
No supe más de él.

Y en esta hora no me reconozco,
se me hace difícil determinar
en el espejo mi pálido rostro tenue.


(De "Viaje de ausentes", Perro Azul, 2006)

lunes, 22 de febrero de 2010

Cincos cotidianos

Quinto poema en esta lipidia
que ni en el nacimiento
del renombrado
salvador da tregua.

Seguro la causa son tantas preguntas al vacío,
una marcha a la deriva
por el mar de las fieras a mansalva
donde uno es comido
y digerido por puro reflejo:
saliendo de la sal hacia la tierra
con los ojos blancos,
siendo mota o pelusa
en la dictadura caprichosa
del aire en celo.

Quinta mentira en esta noche absurda,
tomando cuerpo la muerte,
a punto de estancarse el flujo
sanguíneo en el filo
de la bocaza de la nada,
presto a ser diluido
como echar una gota al mar arredrante
pero que también es gota
si hablemos de cosas
a escalas asombrosas.

Uno fue fantasma desde siempre,
el hombre invisible para la eternidad
y mi único deseo fue
que existieran los genios.

Quinto coprolito mañanero
desbocado en los retretes del barrio.
Pienso en ella en estas
circunstancias y devalúo
su amor por despectivo conmigo.

Dirijo mi mirada a la quinta potencia
y les digo farsantes
a las estrellitas blancas de la tela;
tomo a dios como una pelota
y pego un jonrón
mas nadie aplaude este lanzamiento
que confirma mi buena forma.

(Poema número cinco del texto inédito "Aire en celo", 2009).

sábado, 20 de febrero de 2010

Sombras chinas

a Carmen

Motivado por tus manos
parezco el director
de este pequeño mundo.

Bajo el influjo melódico
tú y yo nos dormimos
como los más amantes
seres de la tierra.

Empezamos a platicar
junto al lago (un cristal)
cuando dejamos de acariciar
el falso sueño.

Y al lanzarnos del risco
todos quedaron mudos
de espanto.

Acto seguido explicaron
al público menos entendido
que solo somos sombras chinas.

(De “Sombras chinas”, texto inédito.)

miércoles, 17 de febrero de 2010

Poemas de la capa oscura

Pintura de Vincent van Gogh

I

A la fatalidad de un solo beso
me sustraigo.
Ir sin ingenuidad,
no como si se tratará de acariciar
por suave, por falso,
un animalillo de esos.

Vadeo concientemente.
Mentira es atribuir
a las benditas oraciones,
a los ángeles nimbados,
a la inmensa suerte.


II

Tal vez al sentir en mí
que lo que ha de perderse
sea así perdidamente sin ruegos,
ella entonces frenó
su viejo instinto
y puso de su parte
todo el misterio
de la resurrección.


III

Mas a última hora no dé por temor
a represalias: nunca un camello
entrará por el ojo de una aguja
ni ningún rico ni pobre alguno:
por el ojo de una aguja
sólo pasa el hilo de la costura
y quien pueda.


IV

Un día antes de morir
lo siguió por donde quiera
una mosca verde.

V

Desde las once apuro
agua de sonámbulos
en Bar Limón de Amón.
Cuando mi celosa irrumpe
estoy como una cuba.

Para empatar ella se lo dice
a todos por ese barrio francés
y a las cinco de la tarde
tres poetas institucionalizados
se asoman por las puertas
y miran todo.

VIII

Momentos:

1

Malas noticias de mediodía
haciendo la digestión un lunes
y en la siesta el vapuleado cerebro
no sabe cómo evitar pesadillas.

2

El pequeño polo de mi cocina
se deshiela, cae un filo con estrépito,
derramo el café en los pantalones
justo en el momento que leo
algo del cambio climático
que desde siempre ha cambiado por clima.

3

Una reacción en cadena
de testosterona la persigue
y alcanzándola ella gana
el botón del ascensor
en el mismo momento en que suena
el despertador de su móvil.

4

Otra noche te viste en una feria
montando toros y eras una buena montadora.
A tu lado, mi sueño era con una hembra
que me acuchillaba en los costados.
“¿Quién es ella?”, preguntas celosa.
Una hembra que montaba toros
y era una buena montadora.

5

Unos mueren en una atracción.
Incontables bajas en el río de asfalto.
Muerde la mamba negra.
Nunca atinó el gordo
mas una roca del cosmos
le aboyó el cráneo.
Haciendo el amor y la digestión.
La prensa cilíndrica y un jirón
de su cabellera.

(Parte del texto inédito "Poemas de la capa oscura")

lunes, 15 de febrero de 2010

Tríptico maldito (Dedicado a tres poetas ticos)

"La voz del silencio" de la pintora y poetisa sevillana Carmen Molins ("Sedemiupse").

I

Automaldición

al poeta Melvyn Aguilar


Tendrás precaria vida de poeta
sin ser nada sensato
y nadie te hallará ángel
porque ni una pluma
nacerá de tu costado
y por siempre
lamerás el largo mineral de la nada.

Cada vez que confiado construyas,
el cíclope de abismales
hilos candentes soplará ciegamente
ignorándote.

II

Divagación

a la poetisa Luissiana Naranjo

Entonces, sabiéndolo,
debí reducir mi alma a tiempo:
el poeta es un ser
con menos poder
que un guijarro.

A pesar de todo
me ha escrito alabándome
una dama de la República Dominicana
y he corrido al bar
más próximo para
poder asimilar esto.

Algo así hace bien,
no es ganar justa alguna.
Claro está en mí
que la vida se celebra,
que la buena poesía
se celebra como
un recién nacido
con todas sus partes completas,
el gordo navideño,
el reporte sin la progresión del cáncer,
el sí de una para amante,
la sorpresa irrumpiendo en una carta
en mitad de la miseria,
esta miseria que guardo
celosamente en mi mesa vacía
donde nada bonito
hay para la cena;
otros son los que comen
por los ojos
pudriendo manjares llenos
de las calorías
que me hacen falta.
Todo por la venerada silueta,
más asesina
que la solución final,
después en la basura
zombis carroñeros
devoran la gusanera de pollo,
jamón, huevos
pasados por nada.

Tú, padre, que me dijiste
las cosas que vería,
mas no es nada,
fuisteis bien reservado:
esta sinrazón te gana.
Que viajen desde aquí
mis tardíos besos
hasta tu tumba.

Esta especie insondable
seguirá dando
disímiles yerbas:
el disoluto Rasputín,
la confundida
señorita Monroe,
el extraño caso
del Crucificado
para el perdón
de los pecados...


III

Invisibilidad

al poeta Juan Carlos Olivas

Escribo y lo saben. Pero no qué.
Un nombre más que sueña
y suena entre aviar aridez
y desengaño,
un extrañado en el solar
de los leprosos
aunque esta poesía
no se caiga a pedazos,
aunque si se dan las condiciones
remotamente reconsiderarían
al ave de este cantar.

Hago trucos en la niebla
cantando para mí
y en honor al polvo.



Texto inédito, 2006.

sábado, 13 de febrero de 2010

Vecindario crítico

Pintura de Carmen Molins.
El perro muere asesinado
por su amo.
Arma: huesos de pollo.
Cargos: ahora su conciencia lo juzga
por homicidio involuntario,
pero ese juez tan entrañable
lo perdona nuevamente
como cuando le gritó el otro día
a su esposa “puta”.
Y es una injusticia.

El pájaro salió a cazar arañas
mas el vecinito
de seis años lo acribilla.
Que alguien esté tan preparado
para la guerra es mal augurio.
Temo cualquier día de estos
me confunda con mono aullador
y practique tiro al blanco conmigo
mientras declamo por la ventana
de mi desván.

Del otro lado, hacia el oeste,
la señora colindante
subió la tapia un metro más,
apenas tres blocks, dijo,
y ya no hay paisaje
ni existirán las puestas de sol
desde la ventana de mi cuarto.

El norte sí da esperanza
porque el barranco boscoso
salvará de los condominios
que todo lo ensucian
y esas montañas azules
seguirán atentas en la distancia.

Mi sur es algo patético
por el ermitaño o ecologista.
Aún no lo defino
porque no se presenta
ni nadie ha de presentarlo nunca.

Me queda profundo, virgen,
el cielo nocturno,
donde una que otra
garza rezagada
se interpone entre
el infinito y el yo.

*****


Texto inédito, 2003, San Joaquín de Flores.

miércoles, 10 de febrero de 2010

El non grato y los bienaventurados

"El aquelarre", Goya, 1798.


Relatas historias funestas
en el jardín de los felices
y no te quieren así de equivocado.
Desafinas entre tanta cara agradecida.

Vete allá donde te criaron
y es común la tristeza
porque fuego de castigo no hay
más que la tristeza de los seres
en el polo de abajo que es la mierda
(ahí todavía guardan
tu cama y tu vestido:
como habías dejado todo
lo encontrarás).

Ese respeto en semejante pocilga
dice mucho de tu reputación,
pero aquí no vengas a quitar
la poca paz ganada
en esta geografía toda de lágrimas
donde las ovejas pacen
bajo amenaza de ir en expreso
hasta el despeñadero
de donde saldrán destazadas
y en pinchos de hierro
para el GRAN ASADO
DE LOS ESTAFADOS.

Y eso es triste,
profundamente triste,
como descubrir
en la ventanilla
del cambio
de los premios
que el billete
del gordo es falso.

Ángel caído
vete de este turbulento
Paraíso que hemos ganado
aquí unos pocos
solo por sacarle
humor al infortunio,
solo por eso,
ni siquiera por creer en Dios
ni tener fe con buenas obras:
solo por ponerle
al mal tiempo buena cara
en semejante orfandad
que es el mundo.


(Texto inédito "Paraísos del viento", 2005)

domingo, 7 de febrero de 2010

Las cartas que también juegas

Foto de Liz Taylor.

Es tan lento irse muriendo.
Imperceptible
unos bellos ojos
hasta ser fosas comunes
de todo lo andado
donde solo ondean
harapos de lo que fueron
infancia y juventud,
firmes banderas paradas en el viento.

Y nos salva la memoria
que esconde el error,
como cuando dices
lo difícil de corregir
tus poemas
porque leemos de memoria.

Es tan lento irse muriendo
por el camino natural de morirse.
Cada día, entonces, nos damos
ventajas,
el torpe beneficio de la duda
para mirarnos los mismos
en nuestros veinte.

Es la tiranía cotidiana,
este juego de reflejos:
un baile absurdo
donde uno termina por tropezar
y caer al fondo de la mentira
ciegamente,
lejos de la verdad
que ven los otros en uno,
cerca de la verdad
que vemos en los otros.

Tú llamas a mi madre “papiro”,
ella, que cada mañana
contempla una joven en el espejo:
la luminosidad azul de sus ojos
que es la misma la engaña,
que la vida con ella
ha hecho concesiones
exclusivas y son las otras
las verdaderas viejas,
las pobres viejas sin elixir.
No ella. Tampoco tú
que vas camino a su perdición
de vivir el juego de lo efímero,
las cartas que también juegas.


(Del texto inédito de 2005 "Paraísos del viento")

sábado, 6 de febrero de 2010

Antipoema: Elecciones pertinentes


Este domingo elegimos los costarricenses a nuestro próximo Presidente. Estoy al margen de la política partidista, sin embargo, siempre ejerzo este derecho y deber para con la Patria, y afortunadamente voto por partida doble: en Costa Rica y España por mi doble nacionalidad.
El antipoema a continuación no se refiere a la política tradicional, va en el sentido de esas elecciones cotidianas en nuestras vidas, pero que son posibles siempre en un sistema democrático. Por ello lo traigo aquí como un capricho: nunca contemplé publicarlo formalmente en un libro. Fue escrito en 2002 y ahora lo comparto con todos ustedes.


Elecciones pertinentes

Vete a comprar estaño
para algo, lo vas a necesitar,
un mono que te alegre
la cara de acero,
cuatro manos blancas
que estiren tu lomo solterón,
una máquina del tiempo
si quieres partir
y si quieres no llegar
vete a las estrellas.
Si me pones de reto la luna
tampoco podré tu amor.
En esa estrella
hay eterna juventud
si logras tocarla,
a 480 millones de años de tus ojos.
Si te gusta el peso de las penas
planta un manatí en tu oreja,
pero no quieras correr así las olimpiadas.
Evita lo bueno para la salud:
morirás igual con frutas y verduras.
No respires juventud,
el oxígeno te envejece:
cómprate esos puros,
fúmalos a carcajadas
en tu burbuja de nunca te mueres.
Es todo ilusión, también tu muerte:
estás en otros mundos
para seguir ave fénix subatómico.
Toma un curso de locura
si quieres cátedra del Holocausto,
darás ejemplo de morir cantando
mientras te cuecen los gorilas albinos.
Falacia el viajar a las estrellas:
vamos perdidos en ellas.
Para qué planear el propio funeral:
mejor morir en el golpe de no saber!
Este texto es inútil,
como este mundo sin su estrella.
Léelo, tal vez te crezca una neurona.
*****
Del texto inédito "Poemas cuánticos y antipoemas" (2002)

martes, 2 de febrero de 2010

Retrato del poema


He hecho recuento de tu imagen.
La he traído aquí.
La miro moverse desde
su gesto impreso,
seguir caminando, subir o bajar,
dirigirse a un soto lejos
del templo y de todos.
Algunas veces
te me quedas en la cama,
quieto, mirándome
con grandes ojos, ansioso,
pero a un amago
de entrecruzarnos,
mis manos traspasan
tu cuerpo: silueta
siempre en sombras,
y retornas hacia
ese instante que sonreíste
para el álbum de los editores:
ahí te quedas para siempre,
fijo, expuesto,
con tus ángeles
y demonios intactos,
como una prueba irrefutable
que te revolviste en un alma,
feto aireado,
vicioso de la vida sin culpa,
y que volverás
a ser parido
muchas veces
hasta el útero final
de tu muerte,
sin espera,
sin promesa,
en el extraño oscuro
que nunca entendiste.


(Texto inédito del 2003).

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