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sábado, 31 de marzo de 2012

Lunes Santo santo lunes (Reedición Nº3)

Imagen con fines ilustrativos.

LUNES Santo santo lunes
y el mundo va cambiando.

Dios: no creo en ti pero te nombro
porque me incrustaron,
desde la cuna hasta mis dieciséis,
la necedad de tu nombre.

Y desde entonces 
sé que eres una manía
de la muchedumbre ovina
apelotonada en la gramínea sintética
(tan falsa como tú)
que lo mismo pronto servirá
para el masacrado futbol vernáculo
y los estupendos conciertos
de rock and roll.

Este santo lunes Lunes Santo
la ostra de mi alma abre
y espera alguna diversión
con la cual lamer este hastío
y se le haga a uno 
la cosa más propicia.

Dos días postrado de esta forma
mirando desde las persianas
a las robóticas ovejas
de la tonta voluntad
al ritmo de los zombis.

Lunes Santo santo lunes
y el mundo va cambiando:
hacia la costa felices los jóvenes
a los que no les deseo nada
porque tampoco lo haré 
por estos viejos
sembrados como guano
atentos a la representación última
de la sarta de horrores
que le hicieron a un hombre
elevado por estrictas 
razones económicas
a la categoría de dios.

Lunes Santo santo lunes
y el mundo va cambiando.

***
© Frank Ruffino, del texto inédito "El que trasciende" (San Joaquín de Flores, abril de 2005).

martes, 27 de marzo de 2012

© Últimas seis novedades en mi alma



ESTE muerto se coloca
empalado y disecado
en vía pública
para escarmiento
de las quijadas
con mueca de eternas.

A los presurosos
lavarse las manos
en esta flama
mientras llega el fuego eterno.

A dos centavos de dólar
el beso de la mariposa.

Para la fiesta de los don nadie
este lindo traje de hombre invisible.

Convención de asesinos,
exhibición y venta de cuchillos.

Mágico lienzo para retratar
al agujero de gusano,
tan poderoso
que absorbe sin piedad
al amante del arte.

“Náralit”, martes 27 de marzo de 2012.

Texto inédito: "Náralit" (Poemas y Antipoemas).

viernes, 23 de marzo de 2012

© Impensado


 Frank Ruffino en su pulpería el pasado año, mostrando su cerveza preferida, Pilsen, botellas de a litro (5 grados de alcohol).

a André de Ártabro


SER el viejo fisgón 
y repulsivo que imaginaba de niño:
ver en mis bancas azules 
cómo se aman los jóvenes;
jugar a ser el asesino de la daga 
con nocturnal lamento
a deshoras, cuando nadie vio 
a uno defenderse
del Malo que creía 
otro beodo más para su saco.

Ser el payaso enfocado 
por la bola de luz
del que tanto me he reído;
ser el papá del pequeño Octavio 
y ser abuelo a la vez,
cosa jamás imaginada 
sucedería a uno
sino a los otros, esa gente 
por la que transcurría
el tiempo veloz, 
y que ahora miro
cada mañana frente 
a un lienzo de luz.

Ser de por sí un truhán 
de profesión con las palabras,
capaz de obtener 
el poema de una burda
etiqueta de veneno 
o de una conversación fallida.
Ser el sátiro teórico del cuento
que espeluzna 
a las niñitas de quince años
por su mirada sádica 
(fidelidad con uno mismo).

Ser uno sin poder ser otro,
ser diez y no veinte,
ser cuasi calvo 
y no añorado hippie,
ser diablo en vez de níveo alado,
ser uno y no dos,
felizmente fuerte,
implacable,
coleccionador de mariposas
y domador de grillos,
feliz a ratos y continuamente triste,
ser Frank Ruffino sin otra opción.

Náralit, viernes 23 de marzo de 2012.

Del texto inédito "Largo epitafio" (Náralit: Poemas y Antipoemas).

domingo, 18 de marzo de 2012

© Caín, bajo tu cuchillo diez



a Alfonso Chase

Caín, bajo tu cuchillo diez
veces come la envidia,
veo barriletes ligeros
escalar azur
ganar las montañas del sur,
también gallinazos
como puntos suspensivos
que lanza a sus anchas,
Caín, hermano malo,
tu cómplice Parca
y percibe a quien le toca -¿me toca?-
no sé si por un raro color,
o quizá ya en la mirada
se averigua el hedor
o por los pasos
en que algo flaquea
aunque se sea Sansón!

Vaya a saber quién
ni Albert ni Steven
cosmólogos ciegos
ante la Muerte,
y pueda que un jumento lo sepa;
perro despreciado y callejero
igual lo sepa
o el triste mendigo
apostado en puertas
del templo de la nada…

Existe un gato hospitalario
heraldo negro:
donde pone siniestra
la pupila galáctica
ahí su saeta negra va,
ese terrible felino arbitrario
no lo deseo de mascota
ni de vecino o gato parroquiano,
mas pueda su contraparte,
una rata, en mi día final
saber que me toca me toca -¿te toca?-:
como a un judío
de aquéllos concentrado
vea la rastrera
una estrella marcada en mi frente
que antes fue de la Poesía,
ora un terrible lucero
atrayendo un rayo parco.

Caín, bajo tu cuchillo diez
veces me come la envidia
y bajo tu signo gozo
aún impune -por ahora-
que a esta Señora bella y lumínica
ni tú, Jesús o Lázaro
pudieron burlar,
que me toca me toca -¿te toca?-.

Náralit, domingo 18 de marzo de 2012

Del texto inédito "Náralit" (Poemas y Antipoemas).

miércoles, 14 de marzo de 2012

© El blues de la rata solitaria




NOCHE amarga
de café oscuro,
detenida la sangre
de un pobre diablo
polizón por aire a préstamo,
y deseo así echarme
una tonada,
mas ojos de cuervos
taladran mi deseo
y callo para no alertar
la pérfida envidia de sus picos:
se puede ser libre a escondidas,
a cantar con el viento
en los subterráneos de la urbe perdida,
por el sumidero caigo
en patio de quietos
y doy rienda suelta a un blues,
el blues de la rata solitaria
asintiendo los míseros
seres de este reino
y hacen eco de la endecha.
Así deseo desde mi infierno
todo lo bueno acabe
(como siempre es mi oración),
lo bueno dado a unos pocos
allá arriba, en el mundo falsificado.

La gran orquesta
de la noche renegrida
sigue en su orgía musical
lanzando maldiciones
a los homínidos que putrefactos
pululan en la luz establecida:
los de crucifijo
come santos y caga diablos,
abogados usureros de los bancos
sin un ápice de nada humano
y todo lo de las hienas,
los ladrones de las curules
haciendo bisness
con la famélica Patria
por lo mismo,
los chinos recochinos
campeones en fabricar basura
versados en la química del Mal,
las señoras putas
que van a misa de seis
todos los sábados
que les remuerde el clítoris
y se apacigua mientras tanto...

Y el energúmeno que soy
dirige toda esta inmensa
murga descompasada
alabando a Rasputín;
cantando las proezas
del malo es poco exterminador
Adolfo el teutón
amigo avezado del raticida
contra humanos,
invitando a Nerón
venga a actuar
bajo estos trinos
y en mis términos,
mas por un error
en mi máquina secreta
de jugar con el tiempo
se presenta
Julio César
ejecutando la danza
de los cuchillos finales;
doy un vistazo
a Roma que está tan fría.
Bajo mis zapatos
aún el baile
con música de frenesí,
en la noche calma
de Náralit
estoy herido
y lloro.

Náralit, miércoles 14 de marzo de 2012.

***

De libro de poemas inédito “Náralit” (Poemas y Antipoemas).

martes, 6 de marzo de 2012

© Autobiografía de un alma




MANOS que caen
mas sube el canto al vuelo nocturno.
¿Qué importa llevar 
la penumbra en los ojos
si la música murmulla en la lágrima?

La voz advertía desde pequeño:
“tu alma es flor carnívora,
úsala para el bien del que enamora”. 

Así yigüirros cafés, aves prietas
en mis poros:
mistrales agonías y nerudas desolaciones!

Y era Madrid comarca
con ausencia de fusiles
cuando intuyes que ya cantabas,
un Madrid donde los amores se resolvían
y revolvían atrozmente
mas nunca volviste 
como antes y tu amor
se evaporó como Cibeles 
en tus ojos ocultos.

Eso sabe tu espíritu inmortal!

Manos que caen
mas sube el canto al vuelo nocturno. 
Labios en dulzainas
arrancando notas al grave silencio,
copas libadas en los poetas,
besos sumidos en la indiferencia.

Hay una bestia que ruge en ti,
en el bosque le das miel 
y acallas su lamento.
Recuerdas las manos del poeta
esparciendo vino sobre 
tu cabeza afligida,
que el viento vate y vate
como olas locas.

Manos que caen
mas sube el canto al vuelo nocturno. 
No debes saber de la muerte del poema,
flor de una tarde,
deja la espera para el osario
donde ellos estarán hechos uno contigo
marimbando penas
que solo presentirá el sepulturero.
 
Solo mira y mira
y añora siempre entre tanto ido-venido
la soledad sin tregua del iluso. 
 
Manos que caen
mas sube el canto al vuelo nocturno.

Náralit, martes seis de marzo de 2012.

***

Versión del poema 
“Ya sabes que mis manos caen
y suben al vuelo cuando la noche canta!", 
aparecido en mi poemario 
“Fingida lágrima”, publicado 
por “Sociedad Editora Alquimia 2000” 
(2003).

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