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lunes, 30 de noviembre de 2009

© EL UNIVERSAL



a los de pueblo

iOH, su poesía!
Cacarean todos que es usted universal:
a velocidad luz transita en la aridez
de una a otra estrella sin que nadie le lea.

iOh, hombre! Pobres los poetas
no universales como yo:
soy de una villa de mudos
y de analfabetas insensibles:
¿dónde queda mi comarca,
mi canto, yo mismo?
Fuera estamos del universo,
a lo más en su apéndice llamado pueblo,
fábrica de antiuniverso,
de antimateria, de antipoesía...

iOh, su poesía universal
ya no cabe en el universo:
los dioses o las musas la echarán
a otro lugar más grande
donde ya todos la perderemos de vista!

(Texto de Frank Ruffino. Inédito, 2009)


Imagen: en mi pueblo "Náralti" (Tilarán) con la familia, tendría yo unos 7 años, 1972.

El camino

Somete a los peregrinos
a su régimen de aguapan.

Inocula las ansias por el regreso.

Esconde en sus oscuros y angostos
pasos bandoleros desfigurados,
y a los ciegos pone obstáculos siniestros.

Cada cierto trecho
deja dibujados corazones amarillos
como advertencia.

Exhibe sus pancartas verdes
con letras blancas diciendo lo lejos o cerca
de la libertad de los sitios.

Extravía a los poco resueltos de juicio:
para combatirlo
se requiere una legión de mapas.

Llevó a infinidad de seres a otros
destinos ni presentidos:
como a infantes los tomó de la mano
y los abandonó donde quiso.

Tornó en juego de obstáculos
donde gente sin rostro
descendió a un despeñadero amargo.

Visó a negros trenes hacia campos grises.

Pero más allá de todo
el camino con su disciplina atroz
borrará un día su cuerpo de gusano terco
y se le perderá el rastro entre los astros.

(Inédito, 2009)

Bailo un tango

Bailo un tango
en un salón umbrío
y vacío, donde un violinista
energúmeno es asediado
por hiedras y grotescos cuervos.

Bailo un tango
en una triste mansión
que ni los duendes visitan
ni bicho alguno sorbe
mis penas verdes.

Bailo un tango
con las cuerdas del violín
crispadas de espanto
en una casa que ya nadie recuerda
con mármoles negros
y mayordomo autista.

Bailo un tango
y miro por el ventanal
el jardín azul con flores
chorreando angustia
ante un jardinero
petrificado en hongo.

Les repito que bailo un tango
entre estas cuatro
paredes de ausencia,
el techo es tormentoso,
el mosaico tiene
el verde resbaloso
de la muerte, es la muerte,
y yo en él con
mis zapatillas de hierro
intentando no caer a su averno.

Bailo un tango en este
castillo del desasosiego
y de imposible fuga donde
mi ansia amarilla
se hace calavera ante un piano.

(De "Canto sin nombre", 2009)

La mariposa eléctrica

La mariposa eléctrica danza sobre mi cabeza
en la oscuridad de la habitación.

El poeta de cuerda jamás la atraparía
con un colador,
solo en honor de la mariposa eléctrica
le haría un poema:

Luz alumbrando mi desdicha,
si abro la celosía te irías de mí
y en este sepulcro amargo
hasta mi nariz perdería su cuerpo.

Nada escribo: ni la mariposa eléctrica
ni la libélula de cuerda me inspiran un poema.

El fresco haciendo las veces
del firmamento en mi techo
no tiene reales seres
y hasta los mosquitos cuelgan de móviles
y pican con alfileres sustitutos.
Madre robot me trae,
en sus rígidos brazos brillantes
y duros, los espaguetis ordenados.
Padre robot hace arreglos en el tejado,
el perro robot ladra a los seres
de carne y hueso que se detienen
a curiosear por los resquicios de la valla:
ver este mundo perdido
en pleno centro de sus vidas
es algo exótico.
Devoro los fideos lengua de pájaro.
Enciendo la tv y nada es cierto.
Seguidamente despierto en el programa
de la una en punto y veo desde el aparato
que rocky dejó una gracia
de negro aceite en mi sábana.
Una tormenta me saca del aire
y reconvengo a la mascota de lata.

La mariposa eléctrica danza sobre mi cabeza
en la oscuridad de la habitación.
El poeta de cuerda jamás la atraparía con un colador,
solo en honor de la mariposa eléctrica
le ha escrito este poema.

(2009, inédito)

Las aves te creen un dios sin mirada


a Alexánder Obando

Las aves te creen un dios sin mirada
pero que espanta donde
se encorvan los hombres
a hacer sus milagros.
Hay en ti algo de vela dormida,
veleta cruz inmóvil,
pero si los volados supieran
que eres el señor más bueno
de tantas semillas,
si supieran que pueden
hasta anidar en tus bolsillos secretos
y hacer atalaya de tus brazos
hacia acá y allá en horizontes,
si supieran tu boca enmudecida
y tus manos sin respuesta
y tus pies imposibles,
entonces el hombre te cogería
por tus retazos y te echaría de su trigo
y él mismo extendería sus brazos
hasta ser el dios incomprensible del espanto!

(Del libro "Fingida lágrima", Editorial Alquimia, 2003).

jueves, 26 de noviembre de 2009

Canto de los dos reinos

PRIMER CANTO

Reino del poeta muerto

Oh poeta, aun tu calavera
sobre la roca silba tonadas!
La hace cantar el cierzo
y salen por tus oquedades
endechas y lúgubres meditaciones.
No faltó alguien que te dijo:
“anda, dime ahora un poema”.
Mas era un instante de calma
y no pudiste demostrar nada
de tu antiguo talento
en un último intento
por vencer a la Parca
y aullar al mundo
que aún es tuyo el poder
del verso.
Yo sí sé tus himnos
cuando arrasan aquí los nortes,
yo sé como pervives
con la alta hierba
de este baldío olvidado
habitado por sierpes
y escorpiones.
Los carbunclos te invaden
por la noche y vuelves
a contemplar por un instante
las cosas con ojos
de un dios fosforescente.

Algún grillo te ha prestado la voz
y tu reino ha tornado
en teatro de extraña acústica,
un pétalo traído
por el viento ha caído en tus fosas
para darte un fresco respiro
en esta muerte
de húmedas fetideces
y pobre inframundo
calcinado por el polvo.

Oh poeta, aun anida
el temor en tu mundo
de mineral, el temor
que algún día decida
un picapedrero extraviado
de las reales canteras
hacerte añicos
y desperdigar para siempre
el pequeño poder de seguir
cantando desde éste, que crees,
tu definitivo exilio.
Ese día brillarás en mil partes
por el campo y seguro,
(te digo: no temas más)
encontrarás el supremo
canto de la luz reflejado en ti,
y atraerás a los niños
que hoy por hoy
despavoridos correrían
al descubrir un fantasma en medio
de la soledad del monte.
Así también estarás
junto a caracolas
y piedras preciosas,
tal vez, poeta, hasta este honor
te esté esperando
en las pequeñas manos
capaces de resucitarte por instantes
en el reino eterno de la fantasía!

Oh poeta, que conoces
a fondo el poder del viento,
la misteriosa danza de los insectos,
la absurda vanidad de los creídos
con mueca de eternos,
es tu suerte ser el dios
de estos parajes.
Yo he puesto mi secreto lejos
del peligro adonde ni el cazador
se atreve y donde solo
la serpiente cruza tu albo territorio
y percibes el aire con su lengua bífida.
Mejor que una lóbrega tumba
es este destino abierto a la vida y a la luz,
mejor, incluso, que yacer tu polvo
en una delicada lámpara a la que nadie
frota con fe para despertar al genio.
Tal es la vulgar muerte de los hombres.

(Si no aparece a continuación, en la próxima entrada pueden leer el segundo canto. Ir a archivos del blog).
SEGUNDO CANTO
Reino del mundo(Antipoema)

I
Pasión del mundo
por echar las cartas marcadas:
las das con tu lengua
en el mercado,
en la puerta del templo,
lo mismo ante
el hijo que el juez,
vertiginosas palabras
trucadas por la mentira: sí quiero.

Y toda la inocencia asimilando
el inútil ABC del mundo.

Pasión por políticos corruptos
y abogados del diablo:
escorpiones haciendo el amor
bajo las sábanas con la luz apagada.

Pasión por la dosis diaria
de sangre y dolor
para sobrevivir en este reino
de Avaricia y Envidia.

Heroinómanos de sangre maldecida
en el frenesí de la noche
donde ningún aletargado
advierte las transfusiones
silenciosas de virus eficientes
soldados de la destrucción.

Senos y rostros maquillando
precariamente los efectos
de la atracción en esta pasarela
de risa y llanto.

Franco militante de las historias
sobre fantasmas violentos,
la Mano peluda,
el Cadejos, la Tulivieja, el Coco,
el Padre sin cabeza,
la Carreta sin bueyes,
el Ahorcado... la Cegua asustando
vates infieles por ir
de escapados en pos de su amante
en los parajes solos.

Pasión por saber de incestos,
de homosexuales públicos
sacados del closet,
de clérigos pedófilos airosos
todavía con las manos
en la tierna masa;
por el bestialismo furtivo de algunos
con gallinas, cabras,
yeguas, tortugas sexis,
monos adiestrados para la sodomía
y lo que salga al paso.

Sabedores de abducciones sin retorno
con la impronta siniestra
CIA-FBI-CARTELES DE LA DROGA
y otros ejemplares hijastros del misterio.

II
Pasión por el reino del mundo.
Veladas satánicas que ofrendan
la inocencia en su estado puro;
drogatas, tránsfugas
de paraísos delirantes;
y albos depredadores de ancianos
y fetos si ningún porvenir.

Sin banqueros no hay
infierno del mundo;
sin las falacias de los presidentes,
diputados, alcaldes,
concejales y otros pertinentes
yerbajos comunales
el reino del mundo
sería un paraíso de bondadosas
y aburridas criaturas clonadas
sumidas en la comuna;
sin pastor, chamán, brujo o sacerdote
reino Babel de religiones:
espíritus libérrimos
como estampida de rinocerontes
por un campo de tulipanes!

Mas el único Cielo de este reino
es Disney Word y sus muñecos.

Gobierna aquí el cotidiano mundo
para elegir en qué polo estar,
a qué temperatura cocinar nuestras
conciencias, de qué lado hacer la guerra
de comer y ser comidos,
por turnos horarios,
por la fecha contenida en una
fría elipsis de los máximos
especuladores y banqueros de agenda
que también cuidan sus espaldas
para seguir reinando
sobre todos nosotros
por descuidados, x pobretas,
por vagos y descerebrados,
x débiles, por mal nacidos,
x maltratados desde el esperma
y desde el óvulo, por ebrios,
x casarse con la viuda negra,
por no asimilar la matemática,
x no saber expresarse,
por no hablar el inglés,
el chino y sus torturas,
por temerle al hardware y software,
x pánico escénico,
por saber solo astronomía,
x un padre ausente
y una madre indiferente,
por elegir la poesía en vez
de las leyes o administración
y quedarse uno en un lecho
de siniestras flores asesinas,
x creer en dios
y comprarse el diablo;
por no ser ateo a tiempo,
mínimo agnóstico, filósofo,
bicho con teorías propias,
x no tener un espíritu agudo,
por no ser inteligente
para la vida
y apreciar tardíamente
la juventud perdida.

III
Y Michael decidió que era
la hora del suicidio
antes que el mundo
le diera el tiro de gracia
y fue la luz en la tierra
haciendo honor a sus pasos
de máquina perfecta.

El arquetipo humano
de nuestro reino del mundo,
mas un niño para siempre en su alma,
un cuerpo decolorado
y afinado hasta la hierba
por elección propia
y cumpliendo aquello
de la libre atracción de los niños
porque de ellos es el reino.

El niño-zombi en su paraíso
junto a sus amiguitos de juego.

Autor: Frank Ruffino,
Náralit, Setiembre 2009.

sábado, 14 de noviembre de 2009

Poema: Una confesión

Nota: los comentarios al final de este poema vienen de otra entrada donde publiqué una selección de textos más grande y que ahora he editado, sin embargo, y por cortesía, los he dejado.
Frank Ruffino.

Una confesión

a María Cecilia Alvarado

Esperando en una estación,
no el tren exacto,
sino una simple palabra
hacia el poema.

Dichoso el panadero
que no olvida su arte,
ni el carpintero que medita
cómo inventar una escalera.

Poeta aquí a la intemperie
de la duda como una botella
sin corcho en el mar,
también lleno de arena,
anclado a un lecho quieto y sordo
junto a un pez de insomnio.

(Del libro "Fingida lágrima", Editorial Alquimia, 2003)

domingo, 1 de noviembre de 2009

Sobre la polémica a raíz del artículo "Publicaciones" de Humberto C. Garza

El poeta Frank Ruffino, declamando sus poemas de memoria en la presentación de su primer poemario "Diablos alucinados" en la Casa de la Cultura Alfredo Gonzáles Flores, en la ciudad de Heredia.

Publicaciones...

La práctica diaria y un considerable bagaje de conocimientos lingüístico-literarios nunca van a sustituir talento natural; con esto no estoy insinuando que el estudio y ejercicio sean innecesarios a un poeta que nació dotado de gran genio, la mayoría de autores inmortales tuvieron extensa educación formal o educación adquirida sin asistir a planteles de estudios superiores; es imposible para un 'bien intencionado' escribir profesionalmente sin tener vastos conocimientos de las reglas que atañen al oficio, también es imposible para un académico escribir textos de mérito sin poseer talento natural para hacerlo. Este tipo de problema aflige a la poesía actual más que a ningún otro de las artes; son tantos los pedagogos y aficionados que incursionan en ella con tan desmedida agresividad y obstinación por publicar virtualmente y en forma impresa; que el público, con razón más que justificada ha dejado de leerla. El daño no para ahí, sino que ya trascendió a los únicos medios de divulgación que antes tenía; cuando editoriales, revistas y periódicos serios dejaron de publicarla. Su repulsa fue tan rotunda y abierta que varios diarios de gran circulación notificaron que en sus páginas... ni siquiera reseñas de poemarios iban a insertar. Algunos editoriales, quizá por manipulaciones internas, algunas veces se han dignado a publicar a autores que gozan de institucionalidad y mediano renombre, pero de sobra es decir que estos han sido grandes fracasos económicos. En los años cincuenta y sesenta aún era fácil encontrar libros de poesía en librerías, tiendas de revistas y hasta en parapetos que ponían algunos vendedores en las calles; ahora, cuando alguien busca obras de grandes poetas del pasado o de poetas contemporáneos que saben hacer bien las cosas, va a tener que armarse con mucha suerte y acudir a "ferias de libros" que se llevan a cabo en grandes ciudades, de lo contrario... es prácticamente imposible adquirirlas. Cuando los novelistas, que son tipos disciplinados y expertos en la ejecución de su oficio están padeciendo un treinta... y en ocasiones hasta un noventa por ciento en la devolución de sus libros, es fácil predecir el descalabro que puede sobrevenir a publicaciones hechas por "poetas" que escriben con el regocijo infantil, ignorancia y falta de seriedad propias de una turba de muchachos en vacaciones.El gobierno y las universidades, en un vano intento por brindar apoyo al arte subsidian pequeñas ediciones poéticas que infaliblemente no se mueven ni logran llegar a librerías. La industria del libro es costosa en todas sus fases; la preparación de textos para impresión y distribución implica grandes gastos y además es un negocio; sería inmaduro pensar que un editorial formal pague personal que evalúe para edición las obras de miles de "poetas" que existen en cada ciudad, y mayor inmadurez aún sería imaginarlos pagando a distribuidores un cuarenta por ciento del costo de cada ejemplar para esparcirlos en librerías que no van a querer ponerlos en sus estantes; los libreros conocen bien su comercio; su larga experiencia les indica negar espacio en sus negocios a cosas que ¡No se venden! Cuando deciden dedicar un estante o dos a la poesía, invariablemente ponen a los 'consabidos': Homero, Dante, Shakespeare, Byron, Lorca, Neruda... y a algunos contemporáneos que saben hacer bien las cosas y a quienes puedo contar con los dedos de una mano, e. g.: Nicanor Parra, Miguel Arteche...El que un poeta adolescente, lleno de juvenil entusiasmo dedique tiempo a la tarea de propagar sus anodinas obras por todos los medios de comunicación posibles, es comprensible, su falta de experiencia y discernimiento le impiden tener consciencia y cuenta cabal de lo que hace; pero el que un poeta maduro, impulsado por la hipócrita buena recepción y falsa adulación que 'los miembros de su logia' le prodigan, intente hacer lo mismo, es necedad en toda la extensión de la palabra. El "Aquí donde yo vivo la gente no reconoce mi talento" será porque la gente no encuentra talento que reconocer; y el "Cada poeta debe escribir lo que le nazca", avanti!, puede escribir lo que le 'nazca' sin tomar en cuenta el gusto del público, que lo haga absteniéndose de propagarlo en medios de comunicación que acceden las multitudes. Muchas personas cantan en el baño o cuando manejan, pero nunca corren a un estudio de sonido con la intención de grabar.Existen poetas que organizan presentaciones y participan en recitales donde LEEN sus poemas; hacen eso incluso con textos que se componen solamente de 3 ó 4 estrofas, no los aprendieron porque fueron incapaces de hacerlo o tal vez consideraron trabajo inútil remitirlos a sus memorias; ¿En qué cabeza cabe pensar que un poema leído es un show apto para divertir audiencias? Los poemas son obras de arte, no artículos de periódico, estos deben ser memorizados y declamados con voz expresiva y fuerte; y de ser posible con acompañamiento musical. Un actor, rapsoda o locutor... puede leer y deleitar concurrencias porque tiene gran experiencia en ese tipo de actividades, pero un poeta inexperto en locución, prosodia y el arte del buen hablar debe evitar en lo posible andar aburriendo audiencias. Antes de publicar en letra impresa o en forma virtual; antes de ir a dar lecturas frente a grupos de personas, es preciso cerciorarse que nuestros escritos gustan a familiares y amigos.

Humberto Garza




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