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lunes, 25 de diciembre de 2023

RETRATO 2024 DE UN MUNDO PERDIDO (Artículo de Frank Ruffino).


Por despreciar a la Poesía olvidaron sentir más allá del alma (percibir) y, por ello, cualquier seudocanción en voz de un seudoartista los vuelca en lágrimas y pataletas. 

Por descartar la lectura del Cuento ahora se tragan cualquier historia devaluada, cerebros sin «aceite» literario: ¡que los políticos y otros monstruos con corbata piensen por ellos y los lleven al redil, como los quieren tener! 

No olvidemos, somos Homo Sapiens por el sagrado arte de contar, lo que lleva a pensar, imaginar, fantasear, inventar, comunicar, viajar... 

Entonces, está a punto de abrirse este 2024, otro ciclo de las grandes mentiras, con muchedumbres futboleras y de conciertos apoteósicos, dirigidas (las mentiras) por ladinos zorros de la sociedad masiva de consumo, fuertemente adiestrados en distraer a esta ganadería de borregos humanoides, de la esencia obtenida en diez mil años de historia. 

La Historia que nos cuenta mil y un relatos de extraordinarias civilizaciones, grandes sabios gobernantes y estadistas; escritores, poetas, músicos, filósofos y científicos, ahí, ahí, sin tener que ir ya a un edificio solemne (biblioteca o museo), hoy, mágicamente contenida en este aparatito de 300 gramos, criminalmente subutilizado, excepto para lo negativo y criminal. 

Porque las cortinas de humo que echa una degenerada y perversa élite, son adrede concertadas y espesas, y el hechizo asesino es pandémico: se debe aniquilar la capacidad de pensar, fabular y crear, de percibir e intuir (sentido de profundidad mental)... En fin, de pulverizar la voluntad literaria y artística. 

Época de las mujeres alienadas e imbéciles adictas al selfie, «Trastorno obsesivo compulsivo» (TOC), sin atención psiquiátrica de la salubridad pública; embrujo en acción por redes sociales las 24 horas del día, los 365 días al año. 

¡Basta ya de esta legión de idiotizadas ególatras tecnológicas! 

También se ha consolidado el tiempo de los analfabetas funcionales (la mayoría con algún «título académico», «abogados», «políticos», «periodistas», etc.), que medio saben leer, escribir y por lo dicho aquí, poco atesoran del arte de pensar, aunque tengan en sus manos, reitero, una biblioteca universal que rivaliza con todas las universidades de prestigio del planeta juntas. 

Y de la llamada «profesión» del «influencer», digo que se trata, por lo general, de un ciego guiando a millones de jóvenes ciegos. Este individuo sacado de la chistera de un mundo digital donde se aplaude lo bizarro y ridículo; inmerecidamente, es el nuevo «sacerdote», «pastor», «poeta», «escritor», «profesor», «maestro», «amigo consejero»... mas, por su mecánica de matar el tiempo, pues, con pasatiempos, guardan más semejanza a los antiguos payasos y saltimbanquis del circo. 

Así, deploro, sobremanera, la cuenta regresiva hacia la bestialidad y banalidad, que, parece, no tener ningún esfuerzo apreciable de contención, esto por parte de las sociedades y estados, porque, según veo, ya también la Familia tiró la toalla. 

Uno como comunicador, escritor y poeta lo detecta y siente y, aunque lleve algo de ego, tal fenómeno le sucede a miles de colegas en Costa Rica y el mundo: ante la publicación de mi tercer libro de cuentos «Para matar a un androide», los que deberían ser ejemplo y guía de la prole más joven en la familia, hablo de «viejos» como yo (en cuenta colegas de letras), sólo me desean felicidades y éxitos, incluso, pactan adquirir un ejemplar y hasta expresan se retarán a sí mismos, prometiéndome leer en papel los 18 textos de esta obra que cuesta lo que un six pack de cervezas. 

Y no cumplen... porque ya hasta perdieron el valor de la palabra empeñada (adquirir el cuentario). 

¡Por mí que sigan así! 

Entonces, a fondo, no sabrán nunca la forma en que un escritor pudo matar a un androide femenino (fembot o ginoide) en su cuento... 

¡Pues humanizándolo! 

Pero les dejo oculta esa historia, un «privilegio» para quien desee averiguar cómo la imaginación, que aún está libre de impuestos y control del sistema, concibió tal reto. 

No me cabe la menor duda, contra el humano actual (principalmente y estratégicamente la niñez) el cometido de esas élites de psicópatas, pasa por borrar todo sentido crítico, literario y artístico, que no piensen a fin de que pierdan identidad individual en la selva indiscriminada del consumo masivo. Y de «historias»... pues únicamente las payasadas de TikTok (o las películas de fantasía absurda o violenta), y, por ende, que llevan hacia la «demencia-Alzheimer» social, en el peor de los casos, junto al consumo de sustancias. 

Si la Humanidad sobrevive a esta involución de la civilización, este siglo será recordado por perderse, en tan sólo 25 años, el sentido musical, de lo que significa una buena letra en una canción y apreciación artística; y al no impartirse literatura intensiva en los sistemas educativos desde la primera infancia, la básica habilidad de comprensión de lectura; en fin, la capacidad de hablar, escribir, pensar, crear, soñar, de asombro y curiosidad... de todo aquello que nos hace humanos. 

¡Bienvenidos al mundo de los zombis amaestrados! 

*** 

Les comparto «Prehistórico pájaro blanco», y «El Rapto impensable», que son dos de los 18 textos de mi tercer libro PARA MATAR A UN ANDROIDE. Pueden adquirir la obra a través de mi SINPE MÓVIL: 85-28-84-87 (WhatsApp, para afinar detalles del envío): 7,000 colones por ejemplar, incluye envío. Es posible cancelar una vez que llega libro. 

Mis tres libros de cuentos: 12,000, precio que también contempla costo de correo rápido certificado. 

¡Gracias por la confianza! 

«El Rapto impensable» 

https://cuentosdefrankruffino.blogspot.com/2023/11/el-rapto-impensable-cuento-de-frank.html 

«Prehistórico pájaro blanco» 

https://cuentosdefrankruffino.blogspot.com/2023/12/prehistorico-pajaro-blanco-cuento-de.html

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