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jueves, 14 de diciembre de 2023

Miércoles de Tafil (Cuento de Frank Ruffino).

 


Ehombre frente a mí, casi en la ancianidad, brilló como catedrático de Filosofía y Letras en la principal universidad pública de mi país. Yo fui su alumno aventajado y discípulo más amado.

Hacía cinco años había perdido la cordura cuando su mujer huyó con un poeta nicaragüense de tercera, truhan y casanova.

—Y cuando no hace calor, querido Ruffo, está muy caliente. Tiquicia se lo buscó: merecidamente tienen a este tóxico mundial del presidente Rocha, "Alienator Rajónasaurus", científicamente. ¡Y pobres la G y la P.!

—Triste realidad mi profe Constantino, también me conduelo por esas damas, y todavía más por Laura, Díaz y Munive, aunque esta última va tan obnubilada como Eva Braun por Hitler.

—¡Mujeres alienadas por el rey Caimán! Pero, es de destacarse, que aquí en Costa Risa también cuando no hace frío se está uno incómodo, sobremanera congelado por impuestos de toda clase, tamaños y sabores.

—¡Sin duda alguna, hasta el cuello!

—Tanto como el gringo loco del peluquín zanahoria para EUA., el gobernante de aquí es la desgracia desafortunada para esta república Banana Split, con 200 años de esclavitud abarrotando al mundo de helados barco de banano.

—¡No pueden quejarse, un postre exquisito my teacher!

—Este Rajónasaurus sabe del arte maquiavélico de gobernar como el Papa criar cochinillos, aunque en su Gabinete de ministros es un pésimo veterinario, al punto de no poder castrar a Acosta, el chivo de Hacienda... un verdugo con el pueblo empujándonos cargas impositivas hasta la médula. ¡Paloma Negra Chavela!

—Le comprendo, Maestro. Ahora las cosas van al revés, el malo es bueno y el bueno estorba... ¡Vivimos en un mundo notablemente ridículo y distópico!

*

Esa fue mi última visita al Hospital Nacional Psiquiátrico Manuel Antonio Chapuí y Torres.

Lo han anunciado hoy: mi exprofe «se creyó goma de mascar, colocándose furtivamente en medio de las llantas traseras de un camión cargado de camotes que iba en reversa».

Así lo relató La Extra en su edición de ayer.

¡Y al enterarme lloré lágrimas de fuego a menos 30 grados Celsius, yo, que soy tan equilibrado! Todavía recuerdo todito de esa larga tertulia y lo que me reveló don Constantino:

—La Junta de Loterías, la fábrica de guaro y banca estatal son la Cosa nostra. Y vea cómo en la bóveda del Nacional retozan los altos funcionarios, en contubernio con los políticos de turno. Me lo reveló esa bella y esbelta dama... 

¡Dios!... mi entrañable mentor enajenado señaló a la Primera Dama sobre unos criminales zancos en la sala de televisión que, con un pobre castellano, aseguraba a viva voz era Cleopatra.


¡Suyy Cleopatraa, el puderr tótal de la Viaá Lactiá, más les valie sigian mis ins-tru-chi-o-nes!, —vociferaba ante por lo menos una treintena de pacientes, en su mayoría exjerarcas de este gobierno, acojonados en sus sillas que, presas de un terror rayano en la cordura, miraban en todas direcciones temiendo entrara cayo Alienator con sus legiones y populacho pospandémico conducido por la misteriosa Señora de Purral.

Esta espectacular Cleopatra sabía cómo nadie el arte de dominar a los locos. Según mi antiguo profesor, por veinte años fungió de alta funcionaria de ese ente demoníaco del Banco Mundial, donde tuvo la mala suerte de conocer a Rocha.

—Oh... pobre doña Signe, tan bella, la más linda que ha pisado Casa Zapote, tanto como Jackie Kennedy.

—¡Mas linda que la nica Miss Universal! Y con este poder de locura que inyectaron los ticos en su cónyuge, pues ahí está, sólo eso ha bastado para que cayera en las lunas de la locura.

—¡Pobre! Y al parecer... la sustituta será la Natalie...

—¡Ni lo quiera La Negrita, esa bella de Natalia sea la próxima consorte! ...Porque Rocha le hace lo mismo que Enrique VIII a Ana Bolena... ¡que le corten la cabeza!

—¡Oh Dios mío... la cabeza... la cabeza...., tan linda nuestra pollita!

—¿Sabes algo, mi pupilo?

—¿Qué, mi maestrito?

—Este minipresidente talibán con sus dos dedos de frente y ese hociquito y barbas espantosas, debe ser postulado para El libro Guinness de los Records... ¡ni un macaco exhibe cerebro así!

—Pero... estimadísimo, es casi imposible: corromperían a la junta de notarios testigos y este gobernante en disminución terminaría como el más sabio del mundo. Y es harto sabido, ese lugar sólo está reservado para luminarias del tipo de Albert Einstein, Tesla o Arquímides de Siracusa...

En sus escasas treguas de tímida lucidez, este genio, caído en la demencia más pasmosa, mostraba algún resabio de su celebrada cordura: «Nuestro mandatario es el gran espejo del pueblo. Si esta pobre e indisciplinada nación de analfabetas funcionales, necesitara retocar su rostro idiota con mueca eterna de felicidad inflada, y con un fútbol internacional de quinto nivel, pues únicamente debe ver a su Elegido con esa hórrida expresión de sátrapa, vista sólo en Mussolini, Stalin o Hitler».

—¡Sin duda alguna, puedes establecerlo así! —Querido.

¡Hee dichou soy Cleopatrraaa y debien so-me-tiersemé desdie horra si no lies apagou la tele! —Ordenó la señora Zeikate.

Y los locos, de rodillas ante su reina suplicaban no cometiera ese atroz crimen tecnológico de dejarlos sin las cuarenta y ocho pulgadas de la pantalla plana. Ladraban, maullaban, balaban, rugían y graznaban como cuervos impidiendo tan ominosa acción.

—Soy Bubble Yum de tutti frutti en las fauces del presidente macaco cogobernando con la OCDE y los otros entes financieros internacionales, espantosos verdugos. Algunas veces desorientado mientras masca el poder, Rocha me traga y le traspaso hasta el retrete. ¡Nunca constaté un saco de estiércol como ese, ni todos los cagaderos de los antiguos vikingos en York le superan! Sabe usted, los paleontólogos han encontrado un solo coprolito de 20 centímetros de largo, y tan grueso como este puño.

—Tendrá su consejo de nutricionistas tradicionales bien remunerados, no obstante, parece, porta Taenia solium porque la timba ya le revienta el saco —tercié.

—Hum...Tania... ¿Y ahora cuál mujer es esa?

—No, padrecito, es el nombre científico de la lombriz solitaria.

—Ah ya... el repulsivo tipo pasa sus días como un rey consentido en su exclusiva burbuja donde los chupamedias abundan, peleándose unos con otros por agradar a este déspota bipolar, un insaciable ególatra. Refiere Cleopatra, doña G llamó al consejo de gobierno y circo de prensa "miércoles de Tafil".

—...¿Tafil... otra dama?

—No no, que me manda a decir mi amigo Calígula por medio de su caballo Incitatus, que hizo cónsul, los ministros, más las ministras, ese terrible día se zampan un tonel del ansiolítico llamado Tafil...

—¡Qué madre, era de esperarse, sólo así empastillado uno con amansalocos, ese repulsivo Rasputín es medio digerible!

—¡Lógico, no es para menos! Aquí, en esta universidad nos tienen a un régimen dietético agresivo y obsceno de tres tiempos con sopa de camote, y bananas como postre. Si nos portamos bien, los domingos, un helado barco de banano tricolor más muñequillo de cacao, réplica de Rocha, todo en alusión al Bicentenario de esta República Banana Split. ¡Vieras qué dientes de azúcar exhibe ese emplasto!

¡Cleupatria, lies digou que suy Cleoupatraaia hijius de la grandiusíshima putia! —Espetó la bella letona, extrayendo de sus enaguas un grueso tubo de hierro y, al ver aquello, los locos aterrados corrieron desbandados y algunos saltaron por las ventanas.

Una docena de fornidos enfermeros con cascos azules y camisas de fuerza irrumpieron en el amplio salón de entretenimiento. La sirena no paraba de aullar y el ambiente tornó en un pandemónium de antología.

Mi exprofe y yo corrimos hasta la mesa de ping-pong, y a golpes quitamos a Choreco y otro loco reacio, creo, el Jorge Rodríguez, totalmente ajenos del levantamiento. Volcamos la plancha verde retrocediendo hasta un ángulo del recinto, pues millares de objetos nos llovían de todas direcciones.

¡Ha llegaduo la blancaia Guardiau Pre-to-rriana de mi amadou cayou Chaveliou, ahorra sábrian lo que es obedeuozer a Romaia! —Anunció finalmente Cleopatra.

—Esté usted tranquilo, mi Rufinito, sólo se trata de la clase de Historia Universal —me aclaró el profe.

—Es toda una notable lección magistral, Maestro. No le conté, en la columna patriótica semanal, el periodista Mr. Ed Espinoza... caballo con voz, con voz, con voz, no hay dos, no hay dos... relinchó: «Rocha baila cual mariposa y pica como abejón» —le dije.

—¡Gran filósofo don Mr. Ed, pero eso de compararlo con Alí es una locura más!

—¡Cómo ninguno, ni la Pilar le aguanta un salto!

Y no podíamos sustraernos a tanta emoción académica que había tomado el control de aquel salón. Mi Maestro me haló del brazo y nos sumamos a la bola de estudiantes sublevados contra el implacable poder de Roma.

FIN

Este cuento sátirico
sólo es un quite de ciudadano y escritor, polícamente incorrecto por plantear parte de la realidad nacional. Tiene como base un relato que integra mi segunda obra de relatos "Golpes bajos" (2020).

*


Pueden adquirir mi tercer libro de cuentos a través del WhatsApp-Sinpe: 85-28-84-87: 7,000 colones por ejemplar, incluye envío. Es posible cancelar una vez que llega obra.

Mis tres publicaciones de cuentos: 12,000, precio que también contempla costo de correo rápido certificado.

¡Gracias por la confianza!

Les comparto algo más halagüeño que este bizarro tema político nacional:

"Goodbye", éxito mundial de Air Supply, 1993:


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