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domingo, 25 de mayo de 2014

Poema © 'Estaciones' de Frank Ruffino (Reedición Nº3)



© ESTACIONES 

EN esta hora no me reconozco,
se hace difícil determinar en el espejo
mi pálido rostro tenue.

No tengo memoria de mí.

Esta quietud me inquieta.
Del cajón asoma el negro violín,
un enano azul lo lame.

Alguien comienza a mover mis hilos,
escoge el traje amarillo,
los zapatos rojos, la corbata blanca con lunares…
Empieza la función.

Ya la gente ríe.
Quisiera decirles lo que siento,
no lo que el hombre farsante
y petulante habla: el discurso manido,
unos versos tan agotados
como su cepillo de dientes
(el afán devorador por la notoriedad lo aprisiona).

Aquel niño transparente
prometió liberarme de este oprobio…

Quizá su cuerpo diáfano fue curtido
por los soles y los vientos
o envejeció su alma para sentir la ilusión
de resucitar la vida en esta triste marioneta.

Quizá ha traído sus propios niños
a este tenderete y no le he reconocido.

Han reparado mis articulaciones,
me han pulido y pintado…
No supe más de él.

Y en esta hora no me reconozco,
se me hace difícil determinar
en el espejo mi pálido rostro tenue.

(Del libro de Frank Ruffino © "Viaje de ausentes", Perro Azul, 2006).

viernes, 9 de mayo de 2014

Poema de Frank Ruffno: © 'El mago'


CÁPSULAS DE FRANK RUFFINO

AL MAL TIEMPO BUENA CARA…

HOY desperté algo abrumado y por qué no, inquieto (si estoy vivo aún y no soy alienígena): el mal sueño era que, una radiante tarde de abril, el día de mi cumpleaños, camino a la cabaña en las montañas de Heredia, un sicario me esperara para dar buena cuenta de mí. A como podía me le escurría por vericuetos y bosquecillos, a campo traviesa ya, olvidado del camino (el instinto de sobrevivencia es lo más salvaje que nos dio Madre Natura). Por último el tipo me ganó y salió por arte de magia adelante y descerrajó un tiro en el mero corazón, lo suficiente para ver la vida por dos segundos más: mientras caía al suelo se abrió un fosa donde me esperaba el colega colombo-tico Parmenio Medina Pérez (+ Quien fue asesinado por un sicario), con los brazos abiertos cual padre, riendo a carcajada limpia. Salté de mi cama como Linda Blair en Exorcista (de esos brincos la muchacha quedó de por vida con un mal en la columna). Felizmente constatando que era un sueño, me dirigí hacia escritorio a sacarle algo de jugo a esa pesadilla, y les entrego este poema. Feliz aún de estar vivo, de verla, sentirla, para contarla (he experimentado el sentimiento de ser una presa fácil).

Una idea para el camarada Mario Cardona, director del buen cortometraje “El emigrante”: hagamos la próxima producción en ese estilo: “El mago”. El tema del sicariato nunca se nos agota en América Latina. Yo le dono el título, el guión, y le doy ideas, como la de contratar a Marybel Guardia haciendo de Siguanaba (Cigua, Cegua, Chuca…) ante la horrorizada víctima, anticos de que el asesino a suelto le suelte el tiro, le hunda el puñal, le pegué de garrotazos, lo lance de un puente en el Braulio o le eche encima una Toyota Land Cruiser o el chapulín con corbata, digo Land Rover.

Este sencillo, pero real texto de ‘caballería’ ha sido publicado ahoritica en mi bitácora internacional de poesía ‘Poeta Frank Ruffino’ (aquí), sitio protegido para los derechos de actor, además, la fecha de publicación nadie se la vuela así no más, y queda el registro en internet del original (ese consejito para mis amigos poetas y escritores facceboleros y blogueros). Listo amigos, ahora que disfrutéis de infelices pesadillas, y les dejo esta canción ‘Pedro Navaja’ del genio de Rubén Blades, para que se ‘sicoseen’ más.:


http://www.youtube.com/watch?v=xT05OcLI1OY


© ‘EL MAGO’

Recordando al colega Parmenio Medina Pérez (+)

DESAPARECE todo a su paso,
muy temido, por eso le llaman ‘el mago’,
toca a la puerta de tu casa
y solo ves el fogonazo;
desde la motocicleta
también te deja
fijo en el camino
aunque sigas andando
en tu carroza (un anticipo de la negra);
dormido como un lirón
en fría y amena noche de aguacero
te introduce limpiamente en otro sueño
definitivo y magistral,
no repara si es la boda de tu hijo
o tu propia condena por amor,
el funeral de tu madre
o el bautizo del nieto de alguien:
para ‘el mago’ no hay feriados
ni efemérides,
veinticuatros ni veinticincos
de diciembre,
ni treintaiunos ni primeros
menos días santos,
para ‘el mago’
significa un trabajo más
como lazar al toro
y llevarlo al matadero
o embutir el pescuezo
de algo en la guillotina,
y nunca se toma el tiempo
de ponerle capucha al condenado
ni decirle ‘hijoeputa rece un padrenuestro’,
solo es devoto
de la Santa Muerte
y le pide siempre
lo ampare día y noche
para no errar el tiro.


***
Montañas de Heredia, 09 de mayo de 2014. © 'El mago', poema inédito de Frank Ruffino.




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