Seguidores

jueves, 21 de octubre de 2021

© GASTO PÚBLICO (Minicuento de Frank Ruffino)




Es veintiuno de octubre de 2022, un viernes, con sus torrenciales aguaceros. En esta tarde oscura y relampagueante en Casa Zapote, el rótulo en la puerta del despacho principal advierte a los más cercanos funcionarios de confianza:


Dictado semanal de directrices públicas. No molestar.

Adentro, el señor Presidente de la República, ya sin necesidad de fingir el numerito de la moneda perdida o caída en el suelo, echa al aire una de a quinientos colones que se posa anestesiada sobre la alfombra roja de su oficina personalizada de paredes moradas y a media luz; luz proyectada por una lámpara de pantalla coloreada, sicodélica, exhibiendo dibujos de sirenitas desnudas por todos lados. 



Está de más decir, la joven secretaria, gastando su vestido-minifalda negro para estos súbitos menesteres libidinosos de alto nivel, la recoge según consabidas especificaciones protocolares del alto y corpulento gobernante, ex jerarca de carrera del Banco Galáctico. Como funge de doctor en Economía por la Universidad Estatal de Ohio, es preciso en sus indicaciones a fin de maximizar el recurso:

1. Lentamente soltarse el pelo y el sostén blanco sin sacarlo del todo.

2. Dándole la espalda, realizar la acción (ir a por el metal) actuando en cámara lenta a un ritmo quedo y suave de perreo proveniente de su iPod.

3. Siendo viernes, toca llevar blumer rosado, de estilo hilo dental.

4. Al levantar la chapa dorada conmemorativa del todavía celebrado y necio Bicentenario, voltear en dirección al escritorio a través del sensual ángulo que describen las largas piernas y mirar fíjamente al Presidente por unos cuarenta segundos... (Menos de eso, según sea la percepción del Chief, significa un castigo de por lo menos diez nalgadas).

5. Manteniendo esta postura (siempre de acuerdo al manual), seguir congelada boca abajo, dedo índice entre los labios haciendo gesto de niña sumisa, bobalicona..., y emitir tres calientes gemidos cual si en ellos se fuera la vida. En este punto el Presidente se pone catártico y termina.


Como de costumbre, el dictado de directrices semanal resulta todo un éxito de planeamiento en tareas y objetivos nacionales. Entonces la modelo extiende su libreta al Presidente que arranca una hoja perfectamente blanca arrugándola entre sus manazas de gorila en celo, y ejecuta un certero lanzamiento al mejor estilo de la NBA.

Incontenible, el cesto rebosa de lo lindo. 

                   FIN

***

© Gasto público.



2 comentarios:

Frases Bonitas dijo...

No se mucho sobre el tema, pero por aqui paso a dejar mi huella. Saludos

FRANK RUFFINO dijo...

¡Gracias!

FEEDJIT Live Traffic Feed