Me dieron dios, cigarros…
Me dieron dios, cigarros,
cien libros, y de todo esto
solo extraje la duda.
Me dieron, como dice
mi putica barata “por donde era”.
Tantos pájaros cantan,
tanto verde.
Tanto caminar a 45°
en contra.
Un avión por caer,
una estrella que despierta
solo sospechas,
en mi solar
el remedo de cuervo
picotea los cuadrados
de mi desayuno.
La mismísima
luna de siempre.
Llena. Yo aúllo
y los cisnes no hacen eso.
La charca me mece.
Pienso lo desquiciada
que fue la madre
de Rainer María:
ponerle a un poeta
trajecitos de niña!
Devuelvo las cosas
de mi alma como dirigiendo
una orquesta: el alcohol
que resuma por mis cueros,
los pelos como aceros,
mi exótica barba manca
chorreando espuma,
hinchados ojos
de batracio etílico,
una penumbra que me nombra:
musgo, sombra, tenues
telas en mis sienes.
No deseo halagos.
Podría dormirme en los laureles.
Mas he tornado en figura blanca
que pregunta en la noche.
Sacudo los árboles,
se me van las aves,
las naranjas caen,
duraznos, manzanas:
en el jardín de mi alma
no hay estaciones:
lo mismo cosecho
plátanos que fresas,
zapotes que preciosas uvas…
Es lindo nombrar frutos:
en ninguna estrella los hay,
y estos líderes de la farsa
aseguran realizar milagros,
de imponer manos
en la disminuida frente
y desmayarse los zombis
(poseen ambas partes
el espíritu de los puercos).
Hasta que algún genio
demuestre lo contrario,
tampoco en las estrellas
hay perros, amigos,
madres, libros…
Los hombres son raros
(y soy el más raro
de los raros),
todo aquí es raro
y ya por eso toda cosa es digna
de llamarse milagro
y los sueños de la noche
más esclarecedores
que el próximo día.
Padre cóndor soy:
levito a siete mil
metros buscando
los aromas,
Madre serpiente
de terciopelo soy:
a un palmo de la tierra
la penetro como
a una gran diosa,
nos hemos despedazado
tantas veces
en las escondidas veredas!
Ven ustedes esas yemas?
Es mi alma naciendo,
como los sencillos berros
en los desagües.
Ahora sólo déjenme crecer.
Me dieron dios, cigarros,
cien libros, y de todo esto
solo extraje la duda.
Me dieron, como dice
mi putica barata “por donde era”.
Tantos pájaros cantan,
tanto verde.
Tanto caminar a 45°
en contra.
Un avión por caer,
una estrella que despierta
solo sospechas,
en mi solar
el remedo de cuervo
picotea los cuadrados
de mi desayuno.
La mismísima
luna de siempre.
Llena. Yo aúllo
y los cisnes no hacen eso.
La charca me mece.
Pienso lo desquiciada
que fue la madre
de Rainer María:
ponerle a un poeta
trajecitos de niña!
Devuelvo las cosas
de mi alma como dirigiendo
una orquesta: el alcohol
que resuma por mis cueros,
los pelos como aceros,
mi exótica barba manca
chorreando espuma,
hinchados ojos
de batracio etílico,
una penumbra que me nombra:
musgo, sombra, tenues
telas en mis sienes.
No deseo halagos.
Podría dormirme en los laureles.
Mas he tornado en figura blanca
que pregunta en la noche.
Sacudo los árboles,
se me van las aves,
las naranjas caen,
duraznos, manzanas:
en el jardín de mi alma
no hay estaciones:
lo mismo cosecho
plátanos que fresas,
zapotes que preciosas uvas…
Es lindo nombrar frutos:
en ninguna estrella los hay,
y estos líderes de la farsa
aseguran realizar milagros,
de imponer manos
en la disminuida frente
y desmayarse los zombis
(poseen ambas partes
el espíritu de los puercos).
Hasta que algún genio
demuestre lo contrario,
tampoco en las estrellas
hay perros, amigos,
madres, libros…
Los hombres son raros
(y soy el más raro
de los raros),
todo aquí es raro
y ya por eso toda cosa es digna
de llamarse milagro
y los sueños de la noche
más esclarecedores
que el próximo día.
Padre cóndor soy:
levito a siete mil
metros buscando
los aromas,
Madre serpiente
de terciopelo soy:
a un palmo de la tierra
la penetro como
a una gran diosa,
nos hemos despedazado
tantas veces
en las escondidas veredas!
Ven ustedes esas yemas?
Es mi alma naciendo,
como los sencillos berros
en los desagües.
Ahora sólo déjenme crecer.
34 comentarios:
EL CUENTO DE LA BUENA PIPA (Poemas evocados
Por Frank Rufino) (je)
Marca el sol las horas
y un girasol en la sombra
ojea cuentos diversos…
la lluvia de estrellas
se disfraza de hombre pájaro
y el murciélago ronda la mañanas
a tientas con sus alas porque la noche
ya no da para tanto.
El cisne del lago no llora amores
y las cigüeñas ya no hacen reparto.
Tantos cielos, infiernos y purgatorios
para la revista del ocio…
Si quieres te cuento el cuento de la buena pipa
pero no respondas que si
porque solo pregunto …
¿quieres que te cuente el cuento de la buena pipa….?
Y como dice sabinas…
”Y nos dieron las diez y las once,
las doce y la una
y las dos y las tres
y desnudos al amanecer nos encontró la luna.”
Besos y amor
je
Bellísimo poema. Descubrir tu espacio gracias a tu visita ha sido un buen regalo para mi.Me gusta tu casa. Volveré. Un abrazo.
Perdona errata "sabinas" quise decir "Sabina"
Besos y amor
je
"Sede" (Carmen): gran honor me haces replicando mi texto "Poemas evocados por Carmen Molins" y el poema exquisito que me mandas con esa complicidad tuya: "Poemas evocados por Frank Ruffino". Gracias por tu sensibilidad sin límites...
Un beso,
Frank.
Erato: lo mismo digo de tu blog y su contenido, espero seguir visitándote. Gracias por venir aquí.
Un abrazo,
Frank.
Tiernamnente salvaje con un final telúrico.
Gracias poeta por tu impresión de este texto, pero son más salvajes (por lo esclarecedores y sinceros)otros poemas que van con éste y, posiblemente, iré colgando...
Un abrazo,
Frank
De vez en cuando suelo bucear en el océano de los miles de Blog personales,y a veces, como hoy, suelo encontrarme con maravillas. Un agrado leerte, un beso para ti.
Gracias Taty por colisionar nosotros dos en la infinitud de la bloguesfera.
Un abrazo grande,
Frank.
Le agradezco sus palabras de homenaje a Jesse Owens en mi blog de imágenes. Comparto de manera vehemente cada cosa que usted me dice allí. Nada que añadir.
Ahora, me va a perdonar que no haga ningún comentario sobre sus poemas. Pero no porque no me gusten, sino porque me gustan demasiado y ponerme a analizarlos o a decir cualquier superficialidad, sería como hacerle la autopsia a una rosa. Un sacrilegio. Igual que el aplauso después de una música deliciosa. Nunca he entendido los aplausos. Rompen la magia, lo mismo que los comentarios.
Cuando encuentro un poeta de verdad, yo sólo sé leer y callar. Pero tenga claro que si me callo, en mi caso no es por indiferencia, sino porque me ha llegado tan hondo que me infunde el respeto más sagrado.
Lo leo y releo y es como cuando descubrí a Octavio Paz. No me cansa ni me aburre. Hay decisión aquí, agudeza mental, carácter directo, sinceridad, energía, imaginación, calidad humana y espíritu explorador. Disfruto! Qué milagro, yo disfrutando de poemas! Gracias por escribirme, me ha encantado descubrirle.
Pásese por nuestro Museo de la Luna si lo desea.
http://moon-museum.blogspot.com
Elio: Gracias por tus palabras, que infunden más valor, energía, honor, ilusión… para continuar en esta peregrinación sin fin de cada alma por el Universo, pero no como entes espectantes, sino como fieros quijotes modernos pregonando, con la poderosa lanza de la palabra, la libertad, la justicia, la conservación de los ecosistemas, la defensa de la mujer oprimida por la religión como forma de poder para doblegarlas, etc, etc...
En este mismo día que me toca (apenas estoy a mitad de él), aquí, desde mi pequeña ciudad-pueblo del norte del Costa Rica, ascenderé por la escala del libérrimo deseo a tu Museo de la Luna, que ya pinta interesantísimo por el pensamiento de su autor, y dejaré claro, mi humilde opinión.
Un abrazo fraterno,
Frank Ruffino.
Buen desprendimiento para crecer es su poema.
Saludos.
Genial el poema Frank. Y gracias por el envío del libro, lo espero con impaciencia...
Abrazos
Marian
Cecy: gracias por acudir también aquí. Con humildad si uno puede alumbrar aunque sea un poco, entonces la poesía no es en vano.
Un abrazo,
Frank.
Mariam amiga: gracias por compartirlo.
Sí, llegará el libro en unos días. Avísame a mi correo para estar seguro. Salió el 04 de enero, demora quizá, 12 ó 15 días.
Un abrazo,
Frank
Se me apaga una estrella,
el amor no responde,
se agudizan las esquinas,
y todo pasa en esta vida.
Se me caen los mitos,
me crecen las dudas
ciertamente inoportunas,
y me pregunto ,¿quién falla?.
Me ha encantado leerte.
Te sigo.
Un beso
Para que no te duermas en los laureles como bien dices, ahora solo dire un verso y un poema con unas letras muy, muy estupendas.
Saludos ETERNOS.
Sí, amigo Eterno, también para ti un saludo eterno,
Un abrazo eterno,
Frank.
Duna, perdona: debí contestarte de primero (no te vi).
Si Duna: todo pasa en esta vida, nada es definitivo, ni la vida misma. Por ello me caen mal los imprescindibles, los fanáticos religiosos, los políticos chupasangres, los curas, los pastores... y todo aquel creído dueño de verdades absolutas.
Un abrazo,
Frank
Los seres humanos somos todo eso que describes, llenos de vuelos y miserias. Un todo en suma. Me gusta tu blog. Gracias por tu visita. Nos seguimos leyendo.
A ti, Chesana, por coincidir y compartir.
Un abrazo,
Frank
Muchas gracias Frank. Un placer que hayas visto mis versos. Intentan ser un remanso de amor, sensualidad, y paz. Un mundo alejado un poquito del real, donde se puedan olvidar las penas , al menos por un rato.
Muchas gracias.
Muchos besos.
Sí, Duna, lo dices bien.
Un abrazo,
Frank.
También besos para ti Duna.
Crece, por favor, porque mientras lo haces, yo sigo recorriendo tus letras en silencio.
Deleitando con cada segundo de este maravilloso paseo.
Me quedo un ratito más embelesada por la música.
Mis besos agradecidos
Silencios: Estoy creciendo simultáneamente mientras andas por mi jardín de penas.
Son mis besos para ti, lo mismo: siempre agradecidos.
Un beso,
Frank Ruffino.
Paco: Así me llaman: "Paco" en mi pueblo del norte de Costa Rica: "Paquito". El niño indomable, seguro igual: el adulto indomable. Seré viejo un día, seguro, indomable....
Abrazos fraternos,
Frank Ruffino.
Frank
sí, te veremos crecer y mientras lo haces seguiremos leyendo estos hermosos poemas que no son más que la vida misma.
Grxs por todo lo bello que brindas.
Besos para tí
REM
Rem: cómo estar ajeno a tu rostro: no puedo, amiga, ser un ignorante, no.
Un beso fraterno en ti,
Frank
FRANK RUFFINO dijo...
Rem amiga: "Tus labios de rubí del rojo carmesí...". Eso eres tú: a los diez años me enamoré, luego a los 15, pero nunca más volvió a visitarme el amor.
Mas la canción de Sandro sigue taladrándome los sentidos como una maldición eterna. Seguro, cuando muera, el ciclo se cerrará, o quiza, redundo, no sé: estarémonos viéndonos a los ojos en la humilde plaza de mi pueblo...
Un beso bella amiga,
Frank Ruffino.
P.D. Este comentario lo traslado del blog de mi amiga Rem. Si en algo siven mis humildes palabras, pues bien: Sandro sigue en todos!
andar por estos lares es como un viaje místico e intimista, bella tu página, además de un poemazo para digerir con la riqueza conceptual que nos regala la existencia!! saludos grandotes...
Oh, poetisa de las alturas! Gracias por bajar en tu escala hacia mi humilde jardín. Aún percibo el aroma tuyo, casi colisionamos... Y un placer que hayas hecho lectura de este texto.
Abrazos y besos,
Frank Ruffino.
Un cisne siempre crece, a pesar de todo.
Me ha encantado tu poesía, el fondo y la forma.
!Felicitaciones por ella!
Un abrazo.
rosario
Rosario: Bienvenida a este espacio, bienvenidas tus inteligentes palabras y tu hermosura bienvenida siempre...
Un beso,
Frank
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