miércoles, 29 de junio de 2011

© Autorretrato con preguntas finales


a Blanca Miosi

Desnudo sobre el lecho,
cavilo en nada
más allá de este ser.
Sin más afán que enfocarme
en mí mismo
doy un vistazo general a mi cuerpo
que recién ha cumplido
sus 46 años: musculoso,
sin grasa sobrante… aún joven.

Torso ancho cubierto de fino
y delicado vello,
pegadas a ambos
lados de mis hombros
dos ramas iracundas
movidas siempre por el viento
y en intentos de asir algo
ajeno al deseo,
abdomen llano
que fácilmente deja ver
su sistema muscular
en que las ninfas
echan sus fichas
en reales tardes de hastío
sumido yo en la inconsciencia
absurda del vino;
más abajo, eternamente 
al sur de mi rostro
y a medio camino de este ser,
él y sus apostados guardianes:
prominentes, salvajes,
todavía en espera 
de incontables batallas,
desyerbados de su cáscara
como frutos dispuestos
en una larga mesa
de ávidas comensales
que han creído estar solas
en espera del premio;
piernas largas y fuertes,
de abultada anatomía,
pies grandes, preparados
al rápido escape cuando
caen en el fango,
transitan nieve o arena,
o simplemente diseñados
para errar sin descanso
por esta tierra calcinada
de almas reprensibles.

¿Dónde habita la poesía
en esta máquina perfecta
del desasosiego,
crispada por la duda
y ansiedad,
tratando cada día
y cada noche
de gastar la energía pura
que escapa de su piel,
la fuerza primigenia
del sol, el aire,
la tierra, el misterioso
poder del agua?

¿Dónde la poesía
o lo que se le parezca
en este cuerpo
que en pocos años
será pasto de gusanos,
y tristes sus huesos
no darán fe de uno que fue
hecho y derecho
para el amor y la guerra?

¿Dónde un verso,
siquiera una línea antipoética?

¿Dónde yacen mis desafiantes
alas de ángel, dónde ellas
sobre interminables reinos de la piel?

¿Dónde en estos agrestes territorios
que obreros de un oscuro sino
dejarán en pila de escombros?

****
© “Autorretrato con preguntas finales”, 29 de junio de 2011. Del texto inédito “Náralit” (Poemas y Antipoemas).
             Frank Ruffino, enero de 2011.


sábado, 25 de junio de 2011

© Pesadilla del desconcierto



a Mercedes Ridocci

Precipitación de nada,
desmemoria en la noche
y yo tan lejos de mi ser.

Una plaza vacía
y en el centro,
donde hubo fuente,
un pincel emana sangre.

Y el paisaje negro
de árboles blancos
agitando sus ramas
a pesar de que aquí hace años
todos olvidaron el viento,
ni siquiera la brisa
viene a refrescar 
este inmenso calor
que se cierne desde siempre.

Precipitación de nada,
desmemoria en la noche
y yo tan lejos de mi ser.

Ahora en la plaza
se rompe la estricta 
soledad y el silencio:
una diminuta mujer 
de vestido negro
baila vals con un gigante
al tanto que él coge el pincel
y en vilo escribe sus nombres
en el piso… y una fecha.

Escucho una súplica ahogada
y el hombrón termina fundiéndola
contra su pecho
hasta desaparecerla.

Coloca el pincel en su sitio,
se frota los ojos
y dice extrañamente
no sucumbas
preciosa bailarina mía.

***
© "Pesadilla del desconcierto", 23 de junio de 2011. Del texto inédito “Náralit” (Poemas y Antipoemas).

lunes, 20 de junio de 2011

© Vieja certeza del elixir que ya sabía


Todo él era moneda de curso corriente
con 20 años.
Siempre lo aplicaba
entre tanto se ignoraba:
solo este cuerpo ganó
su mágica presencia.
Mi cuerpo engomado lo sabía,
salpicada piel
de cardenales lo sabía
tras la reyerta de aquel viernes
13 de junio en el campo ferial al lado
de la rueda de Chicago;
este tonto cuerpo lo sabía
mientras colgaba
en el solar sobre la hierba…

Mas antes, con devota paciencia
en el sagrado árbol
marcaba sus frutos
para hinchar el garrafón
de su jugo milagroso,
y bebía uno, dos, tres cuernos
en las plomizas horas del verano,
luego, sobrecogido,
aguardaba sus efectos
y a poco levitaba
por el camino del Silencio.

(El fácil sueño me devolvía a casa).

***

© “Vieja certeza del elixir que ya sabía”, Náralit, 20 de junio de 2011. Del texto inédito: Náralit (poemas y antipoemas).

jueves, 16 de junio de 2011

©"Condominios Maleku" son la vergüenza de Costa Rica

 
Vista de las indefensas y verdes colinas boscosas de mi "Náralit" (Tilarán al revés), junto al Lago Arenal. Ya varias torres azules se levantan entre esos quebrados y vulnerables montes y, por ello, poco aptos para la construcción a esta escala, pues se trata de 24 torres que contendrán 300 apartamentos de lujo y dos edificios administrativos de similares proporciones. La modernidad no ha llegado a Tilarán, nos atropelló la cruel especulación inmobiliaria extranjera en alianza con los miopes políticos locales.

Este artículo y el antipoema al final del texto van dedicados a los valientes "soldados" del grupo ecológico tilaranense "Fuentes verdes" y al colectivo cultural "Quijotes y Molinos". Destacando la lucha aguerrida de la fundadora, integrante y líder de ambas organizaciones, Patricia Brenes Trejos, junto al pintor Juan Carlos Ruiz y el poeta Minor Piedra, entre otros artistas e intelectuales tilaranenses.

Opinión
"Condominios Maleku" son la vergüenza de Costa Rica 

*Construidos en zona de terremotos cíclicos
*Afectan el frágil medioambiente del Lago Arenal
*Manipulan desplazando indígenas de la etnia Maleku haciéndolos actuar como señuelo para los compradores


Frank Ruffino

La firma con nombre circense, chabacano como el que más, El Desarrollo Inmobiliario de la empresa “Tree, Four, Five, S.A.” de capital norteamericano, levanta, si no nuevas torres de Babel, sí las torres de la vergüenza en las colinas junto al Lago Arenal. 
Intelectuales, escritores, artistas, científicos, ecologistas costarricenses, y el sector más importante, la población tilaranense, no dan crédito a esta inaudita situación acaecida en este apacible pueblo guanacasteco de la altura.
Los dueños y testaferros de esa firma, dirigidos por el antipopular Zenith Moisey, se han desnudado y al fin muestran sus oscuras intenciones que ya más claras no pueden estar a ojos de todos: son depredadores del ambiente y manipuladores de los indígenas de la etnia Maleku, "secuestrando" el nombre de estos nativos para lograr sus objetivos empresariales de la más espuria y vil naturaleza. Estas ingenuas mujeres, hombres y niños no son propiamente de esa zona, sino mucho más al norte, de Guatuso de Alajuela, región en que han establecido sus aldeas desde tiempos inmemoriales. Haciendo honor a la maquiavélica consigna “el fin justifica los medios”, estos indeseables canadienses los trajeron a malvivir donde levantan las torres mientras “revuelcan a la gata y confunden a medio mundo”. Nunca Frank Ruffino cruzó sus pasos con un indígena en esas colinas, que se registran como fincas hechas y derechas desde hace 100 años o más! Así nadie había avistado malekus desde La Colonia, que hoy vuelve tan campante ante nuestros ojos. Los neo-colonizadores del norte llaman falazmente a su proyecto urbanístico "Condominios Maleku", con la capciosa finalidad de atraer irresponsablemente a cuasi estafados ricos del llamado primer mundo a comprar sus apartamentos de lujo en una zona altamente sísmica y propicia para los deslizamientos en estación de lluvias. Según estudios geológicos, estos terrenos se deslizan una pulgada por año hacia el Lago Arenal, centenares de metros más allá. Solo por este dato científico ya no es rentable invertir en un condominio que literalmente se mueve barranco abajo.


 
Indígenas malekus o guatusos fotografiados en 1892. 

BOMBA DE TIEMPO
Y como si tales advertencias no fueran suficiente razón para abstenerse de construir ahí, estos codiciosos y antiéticos extranjeros obvian que, donde desarrollan su mega proyecto de varilla y cemento, está por activarse la falla de Río Chiquito, a pocos kilómetros, misma que produjo el gran terremoto de 1973 experimentado en carne propia con ocho años. No guardo ninguna duda de que esos endemoniados cajones se vendrán al suelo con los cientos de extranjeros ingenuos que fueron atraídos como incautas abejas a la hiel (con sabor artificial a miel). Esta ruptura -falla- desencadenará su próximo terremoto en muy poco tiempo, pues el ciclo se completa cada 40 ó 50 años, así esas incautas gentes o "inversores" ya están “en alitas de cucaracha”, por no decir con sus vidas compradas.


 
Imagen real: En 1973 la falla de Río Chiquito produjo un gran sismo que mató a 23 personas. Mi propia casa de madera se hundió, la del sastre "Chito" Alvarado, etc. Si esto sucedió con seguras casas de madera de una planta, los cajones de "Condominios Maleku" caerán como castillos de naipes y la convulsión de esa demolición llevará el polvo hasta la mismísima ciudad de Cañas, 22 kilómetros al suroeste. 


TESTIGOS OCULARES
Somos testigos de la tragedia humana, ecológica y paisajística más grande de la historia de Costa Rica rural (después del complejo de Papagayo) y deploro que esta barbaridad de proporciones planetarias (no olviden “el efecto mariposa”) se desarrolle a pocos kilómetros de mi casa con la complacencia de las blandengues, antipatriotas y extrañamente interesadas autoridades municipales (entre otras como MINAE-SETENA), que han dado expeditamente luz verde sin considerar el grave daño, porque el sentido común, el menos común de los sentidos en nuestros políticos de turno, cortoplacistas y mercaderes con los asuntos públicos para beneficio propio, aplasta como aplanadora el interés comunal y ambiental con estas galácticas 26 torres de cuatro o cinco pisos que albergarán cientos de ricachones de costumbres varias en estos 300 penthouses que contaminarán mantos acuíferos, la delicada biodiversidad de toda la zona circundante, y las frescas aguas del lecho del mítico lago Arenal donde se hizo el embalse del ICE en los años setentas; amén del daño social (tristemente recordamos a Monteverde y La Fortuna). Un santuario “ultrajado” en beneficio del interés económico multinacional de los neoliberales extranjeros de la depredadora industria inmobiliaria en contubernio con los vende patrias políticos costarricenses, tanto del gobierno local como central.


********
A continuación les ofrezco este antipoema mío, muy a tono con este desencanto a causa de un mundo neoliberal y salvaje donde el único dios posible es el vil metal que compra conciencias por unos cuantos dólares.

© MISERABLE MUNDO


I
Pasión del mundo
por echar las cartas marcadas:
las das con tu lengua
en el mercado,
en la puerta del templo,
lo mismo ante
el hijo que el juez,
vertiginosas palabras
trucadas por la mentira: sí quiero.

Y toda la inocencia asimilando
el inútil ABC del mundo.

Pasión por políticos corruptos
y abogados del diablo:
escorpiones haciendo el amor
bajo las sábanas con la luz apagada.

Pasión por la dosis diaria
de sangre y dolor
para sobrevivir en este reino
de Avaricia y Envidia.

Heroinómanos de sangre maldecida
en el frenesí de la noche
donde ningún aletargado
advierte las transfusiones
silenciosas de virus eficientes
soldados de la destrucción.

Senos y rostros maquillando
precariamente los efectos
de la atracción en esta pasarela
de risa y llanto.

Franco militante de las historias
sobre fantasmas violentos,
la Mano peluda,
el Cadejos, la Tulivieja, el Coco,
el Padre sin cabeza,
la Carreta sin bueyes,
el Ahorcado... la Cegua asustando
vates infieles por ir
de escapados en pos de su amante
en los parajes solos.

Pasión por saber de incestos,
de homosexuales públicos
sacados del closet,
de clérigos pedófilos airosos
todavía con las manos
en la tierna masa;
por el bestialismo furtivo de algunos
con gallinas, cabras,
yeguas, tortugas sexis,
monos adiestrados para la sodomía
y lo que salga al paso.

Sabedores de abducciones sin retorno
con la impronta siniestra
CIA-FBI-CARTELES DE LA DROGA
y otros ejemplares hijastros del misterio.

II
Pasión por el reino del mundo.
Veladas satánicas que ofrendan
la inocencia en su estado puro;
drogatas, tránsfugas
de paraísos delirantes;
y albos depredadores de ancianos
y fetos si ningún porvenir.

Sin banqueros no hay
infierno del mundo;
sin las falacias de los presidentes,
diputados, alcaldes,
concejales y otros pertinentes
yerbajos comunales
el reino del mundo
sería un paraíso de bondadosas
y aburridas criaturas clonadas
sumidas en la comuna;
sin pastor, chamán, brujo o sacerdote
reino Babel de religiones:
espíritus libérrimos
como estampida de rinocerontes
por un campo de tulipanes!

Mas el único Cielo de este reino
es Disney Word y sus muñecos.

Gobierna aquí el cotidiano mundo
para elegir en qué polo estar,
a qué temperatura cocinar nuestras
conciencias, de qué lado hacer la guerra
de comer y ser comidos,
por turnos horarios,
por la fecha contenida en una
fría elipsis de los máximos
especuladores y banqueros de agenda
que también cuidan sus espaldas
para seguir reinando
sobre todos nosotros
por descuidados, x pobretas,
por vagos y descerebrados,
x débiles, por mal nacidos,
x maltratados desde el esperma
y desde el óvulo, por ebrios,
x casarse con la viuda negra,
por no asimilar la matemática,
x no saber expresarse,
por no hablar el inglés,
el chino y sus torturas,
por temerle al hardware y software,
x pánico escénico,
por saber solo astronomía,
x un padre ausente
y una madre indiferente,
por elegir la poesía en vez
de las leyes o administración
y quedarse uno en un lecho
de siniestras flores asesinas,
x creer en dios
y comprarse el diablo;
por no ser ateo a tiempo,
mínimo agnóstico, filósofo,
bicho con teorías propias,
x no tener un espíritu agudo,
por no ser inteligente
para la vida
y apreciar tardíamente
la juventud perdida.

III
Y Michael decidió que era
la hora del suicidio
antes que el mundo
le diera el tiro de gracia
y fue la luz en la tierra
haciendo honor a sus pasos
de máquina perfecta.

El arquetipo humano
de nuestro reino del mundo,
mas un niño para siempre en su alma,
un cuerpo decolorado
y afinado hasta la hierba
por elección propia
y cumpliendo aquello
de la libre atracción de los niños
porque de ellos es el reino.

El niño-zombi en su paraíso
junto a sus amiguitos de juego.

Autor: Frank Ruffino,
Náralit, Setiembre 2009.


© "Miserable mundo", del texto inédito "Náralit" (Poemas y Antipoemas, 2007).

domingo, 12 de junio de 2011

© Catarsis



a ti, guía en el camino

Y la voz de un niño íntimo
llama como el eco
que se pierde entre los montes.

Sobrecogido desplego
mi escala al vacío
y desciendo a su reino agreste
cuyas desvencijadas plantas
son aquellos tristes momentos
que se ignoran
para poder seguir.

El niño abandonado
en un vértice del oscuro jardín;
acercándome a él
dice apesadumbrado:
vete, te conozco,
eres tú el que sufres
sin entender las cosas;
déjame, nada puede hacerse ya,
excepto estar en paz.

Estreché sus pequeñas manos
no sin antes besar su diáfana frente.
Inicié el retorno
canturreando a Sabina.

**********

©"Catarsis", Náralit, 12 de junio de 2011. Del texto inédito "Náralit" (Poemas y Antipoemas).

sábado, 4 de junio de 2011

© Tres poemas desde el cajón



ESTIMADOS AMIGOS DEL POETA FRANK RUFFINO:

AL TENOR DE ESTA, MEDIANAMENTE ACEPTADA ENTRADA, AMENAZO CON SEGUIR SACANDO DEL CAJÓN LOS CIENTOS DE POEMAS QUE NECESITABAN CON URGENCIA RECICLARSE.

ABRAZOS FRATERNOS EN AMISTAD Y POESÍA VERDADERAS,

FRANK RUFFINO.

 
(1) 

Dios amnésico

Zanate se materializó
en la tapia.
Lo supongo: estaba echado en ella.
Tinto, ojos de flama,
orejas inquietantes
de murciélago.

Supongo también su nombre.
Pero puede que en este pueblo
de supersticiosos lo llamen
cuervo,
brujo,
Satanás,
tuerce
o 13…
Para mí, como ya les dije.

A este arribado no le incomodan
los nuevos nombres de sí
ni se remuerde por ser el truhán
del barrio.
Él es un dios sin recuerdo
al que sólo le gusta mucho el atún
y desear los cuatro colas
de la vasija de cristal
sobre el gabinete.

Zanate cada cierto
tiempo aparece durmiendo
en el rellano de la tapia,
como si sólo lo quisiera
a voluntad propia, por capricho,
y para uno es como fotografía
traspapelada
que viene una y otra vez
sin buscarla,
o irrumpe al chasquido
de mago no convencional,
seguro que a distancia.

Después sólo se acerca a mis pies
cuando pronuncio el nombre
que yo tengo de él.

(2)

Sin metafísica

Nos encontraremos
esta noche en el bar
de la playa
y tal vez tome unas copas
poco antes de su arribo
y estaré relajado y profundo
como prefiere encontrarme.

Aquí la paso muy a gusto,
con el enigma del mar
es suficiente.

(3)

Poeta de paso

Hoy Ernesto, el poeta
que parece el padre de todos
sin criar a nadie,
llegó por el parque Soledad,
el más impopular del alma mía.

Cruzó mi Soledad
diagonalmente
escoltado por los seis
cuervos de aquí
y alzando una pancarta
entre dos nubes
donde estaba escrito
su célebre poema
de Marylin Monroe.

Ni siquiera se dio cuenta
que por tomar atajos
pasó por el parque Soledad
el más impopular del alma mía.

***

© "Tres poemas desde el cajón", 2007. Del texto inédito "Náralit" (poemas y antipoemas).

miércoles, 1 de junio de 2011

Segunda reedicón del poema "Un perro ladra y ladra en la noche"...



Un perro ladra y ladra en la noche,
no es contra la luna
ni los furtivos, es un ladrar loco
de ladrar por ladrar…

Abro mi ventana en la madrugada
que sin esta máquina infernal del desasosiego
sería apacible y afecta a mejor descanso y sueño:
y ahí lo veo… ladrándome 

con postura de autómata
sin mover la cola, ni cabeza, ni pata… ni siquiera
una pulga perdería equilibrio en su lomo…
solo agitando obstinadamente
y verticalmente su maldita y fastidiosa quijada,
como un robot en un anuncio de baterías.

Para complicar más la cosa
le hago un ademán de silencio
y un contenido
“cállate maldito o te encajo un plomazo”,
y contra todo pronóstico el zombi canino
se petrifica tras la cerca del vecino...

Deslizo mi cortina con aires olímpicos
creyéndome un mago
o domador de fieras diabólicas…
Y de nuevo a padecer,
ladra, ladra, con más ahínco y desconcierto…

La abro y para, cierro y sigue,
abro y calla, cierro y continúa la sirena perruna…

En un golpe de genialidad,
tal vez producto de mi desesperación,
recuerdo la gran perra blanca
de peluche en la repisa
de mi hermana ida...
Voy a su cuarto de museo y solo,
la agarro con ojos de loco
como si se tratara de una panacea:
sí, así, así bonita, bonita, bonitaaaaaaaa…
y la llevo a la ventana y presento
como salida tras el cortinaje de un gran teatro…
el perro de Satanás calla,
sí, calla el monstruo ruidoso;
esta suerte de máquina infernal del desconcierto
desconecta sus quijadas incansables, sádicas…
y extrañamente ahora sus ojos parecen candiles.
Con gruesa cinta adhesiva 

fijo contra el cristal la mole blanca de pelos.
Cierro el telón... silencio sepulcral.

Cansado como un sonámbulo
me dirijo a mi habitación, caigo exhausto.

(Duermo… y otra Blanca, lejana
y juvenil, me consuela en el sueño).

***
© "Un perro ladra y ladra en la noche..."Náralit" (Poemas  y antipoemas). Frank Ruffino, 12 de agosto de 2010. Nota: Este poema había sido dedicado al poeta peruano radicado en Madrid, Leo Zelada, esto, pensando en su ego que hasta la fecha sigue hinchándose como una estrella gigante roja. Ahora quito la dedicatoria, y borrón y cuenta nueva.