viernes, 29 de enero de 2010

Una noche especial

"El grito", de Edvard Munch", 1910.


Sumido mi enero en una noche de copas,
gotas amargas; para variar, la rocola tartamuda;
llego al tope del crédito, me petrifico en la tele:
un país pierde doscientas mil almas en pocos segundos de baile
pero nadie se dará cuenta hasta el otro día. Ahora la gente baila,
la gente ríe, la gente es mala, las putas toman medidas urgentes
poniendo todo en baratillo, mientras aquí el viento apenas joroba todo.
Así todo, marcho a casa y enciendo una candela,
saco de la nevera el arroz, lo como frío;
con razón siento latigazos en el vientre,
trato de aplacarlos acabando una cerveza en dos tragos,
desde el cuarto de mi madre nerviosos rezos,
los perros del barrio se han vuelto lobos,
y nada asoma por el cielo, ni luna ni estrellas,
solo nubes vertiginosas traspasan este pueblo
y son puñales fríos y siniestros.

Por las paredes y el techo del largo pasillo
mi sombra gigante y temblorosa
es una macabra marioneta;
al fin llego a mi habitación,
pego el cabito de vela en el suelo,
me echo la manta sin desvestirme
pensando en el fin del mundo,
que este año será Iván, Hitler,
Rasputín, Osama y Obama,
Ahmadinejad; seguro hasta Ortega
nos declarará la guerra en un inédito
arranque de estupidez…

Echado en medio del limbo
no puedo pensar en Dios,
“Dios no existe” aunque a madre
las oraciones la durmieron dulcemente,
la linterna entre sus manos aún encendida,
los lobos blasfeman, el cielo sin luces,
las nubes de Damocles fugadas de un Hades lejano
sitian el pueblo…Como sé que esto va a durar
concilio el sueño, nada sueño, y quiero no despertar mañana.
(Texto inédito, enero 2010).

miércoles, 27 de enero de 2010

El que trasciende

Pintura de la artista y poetisa sevillana Carmen Molins.


a Elio Milay con amistad

Sabes que tu muerte
será como entrar de nuevo
en ti mismo a otros
universos paralelos
donde yaces infinitas veces
multiplicado a toda hora,
a toda edad, en todo momento
en que dudas seriamente
si eres poeta
o escribidor de desencantos
que terminarán por anclar
en el rincón de una librería
de segunda o en el vertedero
municipal con humo
y zopilotes tan indiferentes
como quien no reparó
siquiera en el título del libro.

En cada alcoba
frecuentada donde una mujer
te hizo la gloriosa felación.
Cuando le llamaste
maldito a tu padre
y todo eso rebotó
en ti para tu perdición.

Por la hora silenciosa
de cualquier Semana Santa
que no llegas todavía a entender
y todos se pierden
en las copiosas opciones
de la costa pacífica o atlántica
de tu país que no está para nada
condenado a la pequeñez.

En ese segundo determinante
en que hueles a ella
y te das cuenta
que eso de la química no es mito,
sino verdad como un templo.

En infinitas cintas del más acá
y del más allá,
la que quieras escoger,
aparecen las versiones
de finales de 2003 atado
seis meses a la silla del hospital
recibiendo raciones de ácidos
rojos, azules, anaranjados;
después sueros interminables
para que no te mate tanto
ese arco iris de la muerte
al que llaman quimioterapia
y el remate de un mes de cobalto
en la parte derecha de la garganta
y cara donde ya no te crecerá
nada, excepto ella
cualquier día con sus huestes
de horror si no cumplieran
tus deseos póstumos.

En el aula de la escuelita rural
donde descubriste
que hacer versos era cosa fácil
aunque para otros sea el talento
urdir historias de fantasmas…

Ahí estarás tú nuevamente
cuando desechen este cuerpo
y crean que con la última palada
de tierra te meten en cintura,
en la dura muerte,
que no es tal.


(Del texto inédito de 2005 que lleva el mismo título)

sábado, 23 de enero de 2010

Tuyo será el sol en muchos días

"Despertar", de la pintora y poeta sevillana Carmen Molins.

A mi hijo Octavio


Tuyo será el sol en muchos días,
como fue antes de los míos.

Serán las calles de tus pasos,
será el cielo de tus ojos,
será tu recuerdo de mí,
del que recordaba también
a los suyos en su día,
de los que se fueron
despidiéndose con sus manos.

Tuyo será el sueño
donde estaré siempre de regreso
en ese mundo de posibles
encuentros,
sin espacio,
sin vida,
sin tiempo,
tomados solo del espíritu pleno
que ya no espera,
que ya no teme,
que nada recuerda,

con solo nuestra esencia
levitando en el vacío.


(Del texto inédito de 2009 “Aire en celo”)

lunes, 18 de enero de 2010

¿Cuál es el mérito?

"Infinidad", de la pintora y poeta Carmen Molins.

Mi mérito consiste
en la rara habilidad
de sacarle punta al viento,
en calcular las estrellas
de tu cielo esta misma noche.

Tu mérito consiste
nada más en creer en ti
al ser altas las horas
con tambores sonando
sobre el techo de la casa
y a nadie pides ayuda
ni dices oraciones,
solo con tu cruz de vino
por delante.

Al amanecer las aves
gritan tu nombre,
entonces duermes
y aún así te preguntas
cuál es el mérito.
***************
(Del texto inédito de 2009 "Aire en celo")

jueves, 14 de enero de 2010

El mercurio de mi pensamiento en resaca

"Entre los olivos", de la pintora y poetisa española Carmen Molins ("Sedemiupse")

Desde las ventanas de mi cuadrángulo
tengo un paisaje de paredones rojos.
No hay cabellera entre las cosas
de mi dormitorio.
Un enano en una piedra dormitando.
El necio ring-ring de la sorda.
Eva supo lamer para convencerlo
a echar por la borda
eternidad e inocencia.
Nadie leerá las vicisitudes de mi alma,
eso temo: que mis libros de poemas
sean considerados la larga carta de un suicida.
En la nube y no se puede vivir del aire.
Los hombres termita devoran mi montaña.
Soy algo parecido a una cueva:
desde afuera ven mis ojos
muy encendidos y asustados.
Ocultarme así será difícil.
No paro de arrastrarme contra
etiqueta y oficialidad.
Todos tienen una idea preconcebida
y avanzo despejado y solitariamente.
La vida del bicho libre es dura,
por caer no cae nada.
No sé si es ventaja ser así.
Debe costar un ojo comprar esta paz
y muchos la cambian por esa guerra
de estar cuidando oro y cuello.
Ando caviloso como el humo
y llevo el color usual del duende.
Hay un astro de oro, imposible para la codicia.

Darse una década sabática desapareciendo.
Nadie se percatará del hecho.
Antes de saltar por la borda dono dos árboles
para el futuro de los pájaros.
**************************
Texto inédito, 2006.

domingo, 10 de enero de 2010

Este aguardiente me hace el juglar de la noche

Los Borrachos, El Triunfo de Baco Autor:Velázquez


Este aguardiente me hace el juglar de la noche.
Me olvida el devaluado mineral que soy,
de aquella tierra del norte magnética y ventosa
donde todos aúllan por algo.

Nada cambia. Pero hoy tengo
la poción exacta para la alegría.
A partir de la sexta puñalada viene la euforia
y con ella el olvido de ese cúmulo
de escombros que llamamos memoria.

Indestructible si algún ángel petulante quiere
confrontarme a estas horas.

Así tuve que ser desde siempre,
mas a uno lo van minando
hasta ser como una bolsa
con demasiados agujeros para contener
las intangibles vísceras del ser.
Es sólo poca concentración
de energía, desnutrición avanzada.
La bondad es otra cosa,
es tan nociva para uno como para
el que es demasiado perverso.
Y yo no soy alquimista del alma.


(Inédito, 2003).

martes, 5 de enero de 2010

Del poemario inédito: Dios made in China



Me dieron dios, cigarros…

Me dieron dios, cigarros,
cien libros, y de todo esto
solo extraje la duda.

Me dieron, como dice
mi putica barata “por donde era”.

Tantos pájaros cantan,
tanto verde.

Tanto caminar a 45°
en contra.

Un avión por caer,
una estrella que despierta
solo sospechas,
en mi solar
el remedo de cuervo
picotea los cuadrados
de mi desayuno.
La mismísima
luna de siempre.
Llena. Yo aúllo
y los cisnes no hacen eso.
La charca me mece.

Pienso lo desquiciada
que fue la madre
de Rainer María:
ponerle a un poeta
trajecitos de niña!

Devuelvo las cosas
de mi alma como dirigiendo
una orquesta: el alcohol
que resuma por mis cueros,
los pelos como aceros,
mi exótica barba manca
chorreando espuma,
hinchados ojos
de batracio etílico,
una penumbra que me nombra:
musgo, sombra, tenues
telas en mis sienes.

No deseo halagos.
Podría dormirme en los laureles.
Mas he tornado en figura blanca
que pregunta en la noche.

Sacudo los árboles,
se me van las aves,
las naranjas caen,
duraznos, manzanas:
en el jardín de mi alma
no hay estaciones:
lo mismo cosecho
plátanos que fresas,
zapotes que preciosas uvas…

Es lindo nombrar frutos:
en ninguna estrella los hay,
y estos líderes de la farsa
aseguran realizar milagros,
de imponer manos
en la disminuida frente
y desmayarse los zombis
(poseen ambas partes
el espíritu de los puercos).

Hasta que algún genio
demuestre lo contrario,
tampoco en las estrellas
hay perros, amigos,
madres, libros…
Los hombres son raros
(y soy el más raro
de los raros),
todo aquí es raro
y ya por eso toda cosa es digna
de llamarse milagro
y los sueños de la noche
más esclarecedores
que el próximo día.

Padre cóndor soy:
levito a siete mil
metros buscando
los aromas,
Madre serpiente
de terciopelo soy:
a un palmo de la tierra
la penetro como
a una gran diosa,
nos hemos despedazado
tantas veces
en las escondidas veredas!

Ven ustedes esas yemas?
Es mi alma naciendo,
como los sencillos berros
en los desagües.
Ahora sólo déjenme crecer.