Es tan lento irse muriendo.
Imperceptible
unos bellos ojos
hasta ser fosas comunes
de todo lo andado
donde solo ondean
harapos de lo que fueron
infancia y juventud,
firmes banderas paradas en el viento.
Y nos salva la memoria
que esconde el error,
como cuando dices
lo difícil de corregir
tus poemas
porque leemos de memoria.
Es tan lento irse muriendo
por el camino natural de morirse.
Cada día, entonces,
nos damos ventajas,
nos damos ventajas,
el torpe beneficio de la duda
para mirarnos los mismos
en nuestros veinte.
Es la tiranía cotidiana,
este juego de reflejos:
un baile absurdo
donde uno termina por tropezar
y caer al fondo de la mentira
ciegamente,
lejos de la verdad
que ven los otros en uno,
cerca de la verdad
que vemos en los otros.
Tú llamas a mi madre “papiro”,
ella, que cada mañana
contempla una joven en el espejo:
la luminosidad azul de sus ojos
que es la misma la engaña,
que la vida con ella
ha hecho concesiones
exclusivas y son las otras
las verdaderas viejas,
las pobres viejas sin elixir.
No ella. Tampoco tú
que vas camino a su perdición
de vivir el juego de lo efímero,
las cartas que también juegas.
***
Del texto inédito de 2005 "Paraísos del viento". © Las cartas que también juegas es un texto publicado aquí hace bastantes meses. Se los comparto de nuevo.
Estimado Frank
ResponderEliminarEntro a comentarte de primera, aunque por el marcador de visitas, has tenido una decena de visitantes.
Me ha gustado mucho la frase "lejos de la verdad que ven los otros en uno,cerca de la verdad que vemos en los otros...".
La vida es como las cartas (naipes)pueden mostrarnos al mismo tiempo su lado derecho y alrevés sin ponernos de cabeza. La vida es solo el reflejo de la muerte (no alrevés)
Saludos!!!
Estimadísima Jessi:
ResponderEliminarGracias por ser la primera en animarse a opinar. Este texto, como he dicho, lo he colgado hace como año y medio o más y tuvo como 30 comentaristas.
Gracias por tu reflexión filosófica. También creo eso.
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank Ruffino.
En una mano las cartas y en la otra la suerte, llenando las alforjas que ganas al perderte con versos que siempre vencen. Besos vate.
ResponderEliminarGracias estimada poetisa Elizabeth. Este texto generó pocos comentarios porque ya lo había sacado hace un tiempo y tuvo buena aceptación. Gracias por venir, leer y opinar.
ResponderEliminarAbrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank Ruffino.
Uyyyyy, Ruffinito, hasta que sentí deprimida del realismo que le pones al tema
ResponderEliminartanta fuerza que sus versos me resultan antropófagos
y no pelee tanto que es más importante ganar compas que adversarios en la lucha que estamos contra el horroroso imperio gringolo,
usted pelea con amigas de will y no está bien yo conozco a esa señora y es de las nuestras.
¿Me entiende?
Venga, buen poeta, a mi blog, pero no me asuste más con lo de la vejez para morir.
Que seas feliz con Jeca. Parece que hacen una linda pareja.
ResponderEliminarA mí me gustaba will de joven en la UCR y en la izquierda
ResponderEliminarpero él estaba de las narices de otra,
ahora yo estoy bien casadita con hijos
y a will le guardo cariño mucho por no claudicar nunca con sus ideas revolucionarias.
Estimadísima Casandra amiga:
ResponderEliminarGracias por leer este texto y opinar tan tuanis de él!
Respecto a la señora Margarit Zúñiga Sloane pensé era una broma de mi estimado William, o sea: que él usaba ese nombre como seudónimo. Ni modo: pido disculpas a todos!
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank Ruffino.
Ve amigo, se equivocó, pero no es grave (pienso yo). También conozco a Margarit, así, no Margarita, aunque hace mucho no la veo, ella es como Gladys López y otras compas que más bien escriben en el blog Generación Rebelde. Son mujeres con toda una vida de militancia, desde jóvenes en la entonces conocida Juventud Vanguardista.
ResponderEliminarPor su lado, Casandra no se llama así y, como muchos blogueros y blogueras, tiene razones importantes para mantener pseudónimo.
Ruffino: cuando digo que usted se enlaza con los grandes poetas malditos es cuando escribe poemas como este: una gran angustia existencial que lo corroe a uno. Como Casandra, me he sentido con ansiedad, yo desde el arranque: "es tan lento irse muriendo". Como canta Jairo; "¿De qué me sirve morir si estoy muerto"; el propio Jairo canta: "Siento que la vida se me va yendo para el lado de la muerte".
Muy bien, poeta, antipoeta, poeta...
Amigruffino; puse una foto en mi blog que sé que te motivará un feliz comentario. Lo espero. wílliam
ResponderEliminarMuy bueno, disfruté mucho esta parte "vivir el juego de lo efímero,/las cartas que también juegas". La vida es interesante y más si podemos jugar a las cartas. ^_^
ResponderEliminarEstimadísimo amigo William:
ResponderEliminarBueno, gracias por comprender y aceptar mis disculpas. De hecho pensé no ir más a su espacio por un tiempo, mientras se calmaban las aguas.
Sobre el texto, también gracias, gracias, "muy agradecido" como decía Don Pedro Vargas, ese gran cantante mexicano ya extinto.
Ya voy pa' ya -a su blog-.
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank Ruffino.
Yamita amiga:
ResponderEliminarTambién agradezco hayas venido, leído y opinado destacando ese cierre.
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank Ruffino.
Estimado Frank
ResponderEliminarHe decidido PONERLE LA COLA AL BURRO. Y cerrarlo temporalmente.
Agradezco me hagas llegar tus hermosos siempre antipoemas a mi correo.
Cuando le vuelva a quitar la colita al burro regresaré a comentarte, porque me encanta venir a escuchar al gorrión, al yiguirro, al riachuelo...
Y al antipoeta gritarle a la poesía los murmullos de su corazón.
Saludos, y besos.
Ese poema es de fuerza, se parece a vuesa mercé.
ResponderEliminarVen a mi blog, querido.....
que no has vuelto.
Amigruffino:
ResponderEliminarse equivoca Jessi cerrando su burro-blog, pero creo que solo ud. puede convencerla, de hecho solo de usted se ha despedido, precisamente cuando ha puesto ella un avatar tan bonito. Háblele. Ella se está castigando sola y no debe ser.
Mi estimado Frank,
ResponderEliminarsiempre he tenido la sensación de que la vida es algo así como un recreo, un momento que nos da Dios para salir y divertirnos, por eso debemos aprovecharlo y vivir intensamente y lo mejor que podamos, no habrá una segunda oportunidad. Lamentablemente hay quienes ocupan ese tiempo de la peor manera (mejor no ahondar) interpreto que Ud. sabe a que me refiero.
Me quedo con estos versos
“…Tú llamas a mi madre “papiro”, ella, que cada mañana contempla una joven en el espejo: la luminosidad azul de sus ojos ……que la vida con ella ha hecho concesiones exclusivas y son las otras las verdaderas viejas, las pobres viejas sin elixir…”
Muy bello.
Besos desde el Sur y me alegra mucho visitar su casa nuevamente.
REM
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarJessita:
ResponderEliminarNo debes cerrar tu granja de burros porque careciendo nosotros de ese terreno propicio de tu propiedad, ¿qué harían estos burros broncos: asnos malamansados como William, Hattory, Chismi, Peri, El burro enamorado, y este servidor?
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank Ruffino.
Niña Pochi amiga:
ResponderEliminarGracias por venir, leer y opinar. De fijo ahora llego por tu aula.
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank Ruffino.
Pochita:
ResponderEliminarDebes reeducarme, máxime que ya me echaron de la granja de burros de Jeca. A todos los burros echaron de ahí!
Gracias Will: ya ves: estoy en eso.
ResponderEliminarAbrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank Ruffino.
Estimadísima amiga Rem:
ResponderEliminarTiempo de no saber de ti! Creo, siempre te digo eso, pero es que es así: andamos perdidos el uno del otro. Sin embargo, puede siempre más el poder de la amistad, empatía, afinidad...
También agradezco este arribo desde tu lejano sur, al menos en un plano intangible de la mente estamos juntos tú y yo comulgando con la Poesía-Antipoesía, y las justas y nobles causas que nos mueven.
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank Ruffino.
Yeca: haga caso, no sea terca, oiga la voz de su enorme amigo de Náralit, sigue escribiendo... sigue con el blog.
ResponderEliminarDigo lo mismo que William hasta no saber las verdaderas razones que llevaron a Jessi pegarle un tiro a su burro bloguero.
ResponderEliminarAbrazos,
Frank.