a mi hijo Octavio
Ah, olvido… carroza fúnebre por parajes
polvorientos y calcinados,
pañuelo en el tendedero
de una casa abandonada hace mucho.
Olvido amargo, niño que encuentra
mi soldado de plomo 314 años después
cuando soy oficialmente borrado de las listas,
pero aún así él le indica:
ve y lucha, sácale provecho a la guerra;
soy general de pequeños ejércitos antiguos,
sobreviví a todos y te sobreviviré a ti,
cuando también seas dado de baja.
El niño hace el saludo militar respectivo
sin reparar en las palabras del militar;
crece, camina, se hace hombre,
gana batallas, se llena de medallas,
luego un día pierde la guerra, muere.
***
© "Ah, olvido...". Del texto inédito "Náralit" (Poemas y Antipoemas). Abril, 2009.
Frank, el poema es precioso.
ResponderEliminarVengo desde mi correo electrónico donde he visto tu misiva y corrí a darte mi apoyo.
Un abrazo querido amigo
Querido Frank, así es. Unas batallas se ganan, otras se pierden, hay grandes o pequeñas guerras, momentos de paz... y un día dejamos que la Gran Batalla final haga justicia y nos libere de tanto.
ResponderEliminarAnoche leí tu correo. Ánimo.
Batallas, guerras... así es. Y hay que seguir (con todo el peso encima)
Besos y abrazos
No es lo que se dice, sino como. Y tu siempre hallas la manera de conversar con el corazon. Te deseo suerte y te agradezco que sigas brillando. Un abrazo.
ResponderEliminarLa vida es un ensayo permanente de la pérdida, que espera la pérdida final...
ResponderEliminarLo peor del futuro para nuestros hijos es que al final les espera la misma suerte.
Un abrazo grande, poeta.
Vivir es eso, algunas de cal y todas de arena.
ResponderEliminarSaludos
Profundo poema, siempre es un placer leerte,
ResponderEliminarpasaba a saludarte y desear que estas fechas tan
entrañables tengas unas ¡felices fiestas!.
un abrazo.
Frank, entrañable poeta amigo,
ResponderEliminarUn poema que, inevitablemente, hace trepidar mis entrañas. Se clava en el alma como una bayoneta oxidada introducida conforme recorre un corte diagonal en el pecho. Un texto altamente emotivo y seco en su impacto. Doloroso.
No sé a que circunstancia o evento se refiere este poema. No conozco muchos aspectos de tu historia de vida y espero que el sufrimiento que de alguna manera percibo en este texto no haya tenido una correlación tan lapidaria en tu experiencia.
Todos terminamos perdiendo la guerra. Algunos con muchas guerras vencidas y unas pocas escaramuzas algo afortunadas. Pero vale la pena, cruzar este campo de batalla y ondear la bandera por la que se lucha. Y si al final se cae herido de muerte, hincado sobre el suelo húmedo y rojo, será con el estandarte al sol y dispuesto a la vista de los que, al verlo, seguirán dandole empuje a la embestida.
Un abrazo, desde la lejanía septentrional de una ciudad porteña,
Daniel.
Nota: Frank, te hice otros comentarios anteriormente. No se si tuviste oportunidad de revisarlos. Están en los dos cuentos que has publicado ultimamente. Me gustaría saber tu criterio sobre los mismos.
Estimadísima amiga escritora MarianGardi:
ResponderEliminarGracias, sí, he leído tu correo. También te deseso lo mejor en estas Navidades y Año Nuevo.
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank Ruffino.
Poetisa Ananda amiga:
ResponderEliminarEsa es la dinámica, así como la describes. Al final se libera uno de todo, mas se luchó dignamente y en contra de la injusticia humana, tan inmensa como esta galaxia que nos alberga.
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank Ruffino.
Estimada Elizabeth:
ResponderEliminarVerdad redonda: en la forma está la clave, de ahí que siempre le ande de lejos a la poesía común de los poetas comunes.
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank Ruffino.
Poetisa Laura amiga:
ResponderEliminarEs relevo genético pertinente para poder seguir como especie sana y fuerte, una ley biológica tan cierta como la muerte.
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank Ruffino.
Juan amigo:
ResponderEliminar"...y muchas de arena". No hay más.
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank Ruffino.
Poeta Ricardo Miñana amigo:
ResponderEliminarGracias! También a ti y los tuyos felices fiestas!
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank Ruffino.
Poeta amigo Daniel Quirós:
ResponderEliminarSiempre agradezco mucho tu presencia aquí y el largo y contundente abordaje acerca de mis humildes textos. Tomarse ese tiempo dice mucho de tu preocupación por el semejante y las cosas del mundo. Gracias por tu empatía.
Copiaré este comentario tuyo y los otros en mi llave "maya" para leerlos en casa con detenimiento y responderte como mereces.
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank Ruffino.
P.D. Estoy días no he estado muy concentrado en este blog, pido disculpas a todos.
Cada vez le temo menos a la gran justiciera.
ResponderEliminarLa muerte nos iguala a todos.
Saludos.
(Amigos de este espacio: les comparto el comentario en dos partes -pues mi HTML no me deja- del camarada mesoamericano, el sociólogo, poeta y productor de audiovisuales, radicado en Argentina, Daniel Quirós. También le respondo en mi siguiente comentario a su amable comentario y los invito a leer este cuento "Con el Diablo no se hacen tratos" y un "Mal día", publicados aquí hace unas semanas, entradas más abajo.
ResponderEliminarDaniel Quirós Cruz dijo...
Frank, poeta magnánime, amigo, y hermano por conocer,
Cualquier señalamiento que yo pueda expresar sobre el impacto que ha causado en mí este cuento es poca cosa. Todo, indiferentemente que pretenda ser ecuánime con vos y con estas letras, quedaría sumamente corto.
Esta vez te pasaste. Y lo digo humildemente, quitándome el sombrero y otorgándole al Cesar lo que le pertenece. Yo me mantengo siempre insistente de que no soy un escritor. A lo más que llego es a poeta eventual, de esos a los que les entran arranques de creatividad de manera poco consistente y descontinuada. Leer este cuento, con su riquísimo uso del lenguaje, del estilo, con sus picardías indudablemente ingeniosas y su propuesta osada, cínica, me hace sentirme pequeñito.
Cuando yo leo algo que me abofetea la cara, solo puedo decir: ¡jueputa!
La verdad, terminé de leer esta entrada y no me cabian en la mente los jueputas que bastarían para expresar mi impresión. Realmente quedé asombrado. No, eso no lo define efectivamente. Estoy pasmado: Ya comprendo, sin ápice de duda, porque sos un escritor que despierta tantas pasiones y adhesiones entre vulgo y autoridades. Al chile, güevon, cuando yo llegue a escribir algo tan elocuente, mordaz sin ser cliché, fatídico, y satánico (en la mejor de las connotaciones, la que tiene que ver con la vitalidad), ahí de seguro caigo fulminado por un exceso de lucidez.
(Daniel continúa)
ResponderEliminar...Al final, vos aceptás y le adjudicas cierta responsabilidad de tu fecunda claridad y locuacidad coherente y casi mística al vino. Bendito sea pues el vino, querido Frank. Algunos nacieron para ir quemándose poco a poco y brillar de manera intermitente en el proceso. Aunque eso suene insoportablemente doloroso e...infernal.
De mi parte, puedo decirte que tu suplicio, vaivenes, desventuras, altibajos, vicisitudes y demás compañeros de viaje, sean o no de mi conocimiento o incumbencia, te hacen lucir resplandeciente, es decir, te confieren un carácter de chispa cuya magnitud lumínica no se pierde. No espero que tu vida sea una cama de espinas, y eso quiero dejarlo en claro. No creo que produzcas más y mejor si comés mierda. Pero creo que las vidas son como son. Por las decisiones, por el contexto...por factores múltiples que no siempre pertenecen a nuestra cuota de poder, en el sentido de que no necesariamente conocemos las posibilidades y efectos de lo que hacemos, a futuro. Por más descabellados y autodestructivas que sean las actitudes y comportamientos. En todo caso, el viaje por ese Sheol personal, nos forma a todo y formó, quizás de manera bastante drástica, a ese escritor de huracanes y ventiscas que sos ahora...
(Daniel continua)
ResponderEliminar...Nada. Quiero decirte que estoy a tus ordenes. Si es por buscar alguna editorial de tu agrado que publique tu libro inédito de narraciones, pues que me constituya yo un baluarte tuyo en estas regiones septentrionales. De mi parte todo el agrado y convicción de ser tu representante en estas tierras, sin ánimo de obtener nada de nada. Solo el ser consecuente con un amigo y con alguien a quien le admiro su talento. Preciso tu correo en gmail. Hay otras cosas que deseo comentarte y no creo que el lugar más óptimo o efectivo sea una cadena de comentarios colectivos.
Te escribí un comentario en el otro cuento, "Un Mal Día", espero llegués a leerlo. Además respondí a todos tus sinceros y amables opiniones en mi blog. Disculpa que estuviera tan inactivo y en "stand by" durante estas semanas. Tenía una gran cantidad de situaciones que ameritaban mi atención y no logré concentrarme en la dinámica de la red. Aquí la vida me cambia, como cambian de un momento a otro los mares tropicales. Solo que te trópicos, ni hablar! jajaja, re lejos estoy.
Un gran abrazo, de un mesoamericano amigo en otras latitudes,
(Mi respuesta)
ResponderEliminarEstimadísimo Poeta Daniel amigo:
Muy energizado me he sentido con este largo y sincero comentario tuyo, que es más un artículo, crítica literaria con final feliz –jajaja!-. Sí deploro hasta ahora lo haya leído, y te lo explicaré enviándote un correo (prensa.lacordillera@gmail.com) que remití el pasado miércoles a varios cientos de conocidos y algunos amigos. De ahí mi demora y la desazón que me embarga en estos días.
Pero sobre tu opinión de este cuento titulado “Con el Diablo no se hacen tratos” me obligó a una relectura de mi propio escrito, pues no soy cuentista ni nada que se le parezca, pues ahora amigo, infundiéndome tú esa carga de “combustible” positiva que nos falta a los humanos o colectividades para hacer las cosas bien, o, por lo menos intentarlas, ahora sí: tomaré más en serio este género que ha nacido en mí cuando me sale mal un poema que es pura prosa, así lo extiendo en sus primeros versos y me pongo a narrar humildemente, sin ninguna pretensión literaria más que comunicar algo de esta existencia. Ese cuento es, en esencia, gran parte de mi vida, esto para que muchos se espeluznen: los ateos sabemos que el único Creador del Mal o Creador del Bien es el propio hombre: de los tantos miles de millones de especies que existen en este planeta, solo una exhibe esta característica de nuestro cerebro exclusivamente pensante. Dios o Lucifer, solo existen en nuestra imaginación, son inventos malogrados que describen perfectamente al homo sapiens.
Tal vez, en este año por venir o estos por venir, pueda acumular unos ocho cuentos de esta extensión y calidad –que ahora sé la tiene- y enviártelos a ver cómo nos trata este duro mercado de la publicación de libros en las editoriales.
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank Ruffino
Estimado Poeta Toro (Xavier):
ResponderEliminarAmigo, pensamos lo mismo: ningún miedo a La Calaca, que sin ella no sería esto vida, son procesos biológicos milagrosos: una cosa sin otra no existiría ni se comprendería.
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank Ruffino.
Señor poeta de plomo (y de hierro)
ResponderEliminarEste poema niño (por su tamaño) pero grande en sentimiento me ha gustado mucho, muestra la inocencia que aún tiene el soldado experimentado, y que es capaz de ganarle la batalla al olvido.
BESOS
Te pongo post de la entrada anterior
ResponderEliminarEstimado poeta que hila y deshila poesía
No había vuelto a comentar por acá por las circunstancias que ya sabes.
Estos retazos de tu día a día me siguen diciendo lo ingenioso que eres al mirar las cosas, realmente si se necesita nacer con ese 'don de poesía' o tener una voluntad y amor por lo que se hace para 'sacar' lo que tu sacas de las cosas que a mis ojos, y la de otros imagino pasan desapercibidas.
No dudo que para la narrativa seas igual, como te ha alentado tu amigo bloguero.
PD. Le escondí por segunda vez la cola al burro, la verdad me costó más quitársela que ponérsela, jajajjaj aquí estamos otra vez
Gracias Pastelaría: estaré considerando enviarte algo.
ResponderEliminarAbrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank Ruffino.
Gracias Jessi por tus palabras para con este texto y el penúltimo.
ResponderEliminarY qué bueno le hallas puesto de nuevo tu cola al burro.
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank Ruffino.
Estimado antipoeta
ResponderEliminarTambién sobrevivirás a los 314 años que vienen...
Tendré mis oidos prestos, más que atentos para oirte llegar.
PD. Mi burro se posa en el pesebre más mundano que puede existir, eso lo ha hecho un poco más animal, consumista, capitalista, ahora no come heno sin su vino, a como van las cosas pienso irá a parar a patio de reyes abandonando su humilde establo.
Te deseo Feliz Navidad, la poesía es bella solo cuando el poeta la viste de antipoesía.
Estimadísimo Frank,
ResponderEliminarla vida siempre nos mantiene entretenidos, ganamos y perdemos batallas, lo importante es no dejar de "darlas". De lo bueno se goza, de lo malo se aprende y de lo único inevitable lo mejor es no pensar, total ... es seguro.
Como siempre sus versos son excelsos.
Besos desde el Sur y mis deseos de Paz en este Día tan especial.
REM
Estimadísima Jessica:
ResponderEliminarOjalá descubra a tiempo el elixir de la eterna juventud, o, al menos uno más humildito que me haga vivir tres o cuatro centurias. Sería perfecta tal proeza!
Bueno, sí: iré por tu establo a ver el estado de las burras y burros (desde que yo me fui de aquí, parecen siglos, aunque solo dos semanas a lo sumo!).
Felices fiestas!
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank Ruffino.
Querida Rem:
ResponderEliminarDisculpa mi demora en contestar. También te deseo lo mejor en esto días y siempre.
Claro: mejor no pensar en lo inevitable: enfocarnos en este milagro que es la vida. Qué más!
Felices fiestas!
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank Ruffino.