Un día de 2003 me encontraba con mis amigos de juerga, los poetas Alberto Fonseca, Efraín Méndez, Agustín Trigales y Leonardo Bado, estábamos en el bar La embajada, en San José, centro (la cantina más grande de San José, propiedad de mi amigo español Alfonso Pereira). Ahí sentados en el bar, de izquierda a derecha, este servidor, Efraín Méndez (también pintor extraordinario), Alberto Fonseca, Agustín Trigales y Leonardo Bado. Frente a nosotros, un espejo largo y ancho donde nos reflejábamos los cuatro primeros, pues a Bado lo tapaban unas botellas de licor del estante junto al espejo. Les dije a ellos: "Joder: esto es un retablo animalesco, refiriéndome a la patética imagen de bohemios que proyectábamos en el espejo. Retablo animalesco, ya está!", y empecé ahí mismo a escribir, al tanto que el gran pintor Efraín Méndez hacía un boceto de estas bizarras figuras. El texto es de 40 poemas inéditos, les presento aquí 10 de ellos (el texto original se componía de 35 poemas, pero le agregué algunos más en años posteriores). En igual sentido en esta obra de arte (que ahora no recuerdo la técnica que Méndez empleo días después de esta ocasión) aparezco yo a como el ojo de Efraín me captó: difuminado, apenas perceptible al espectador como que estampó mi aullido de ebrio, le sigue el propio pintor, Alberto, Agustíny Leo, pues por lo ya expuesto, no aparece.
Pie de foto dos:
En la casa de mis amigos, el matrimonio formado por Jorge Arturo Barrantes y María del Rocío Quesada. En el orden usual: el pintor y poeta Efraín Méndez, este servidor y Jorge Arturo, hace la foto su esposa, María del Rocío (2003).
PIe de foto tres:
El pintor Efraín Méndez en casa de unos amigos de bohemia, mientras tomábamos vino y leíamos poemas de este servidor. Este artista de carrera es el llamado a ser el gran pintor de Costa Rica, apenas cuenta con 28 ó 29 años y ya tiene una obra de renombre en el país. Su página: www.efrainmendez.com
(1)
DARWIN Y EL CONTROL DE ESPECIES
Explica el guía turístico
que por ser plaga en el país
se permite la cacería
de algunas clases de pájaros,
jabalíes y otras especies
de Costa Rica
en los meses dispuestos
para este deporte
que redunda en un sano
equilibrio ecológico
de control de indeseadas poblaciones
y en la entrada de divisas
que aporta la tribu de extranjeros
a la economía de la nación.
Esa noche sueño en un hotel de San José
con unos ociosos alienígenas
de cacería por la Tierra
tratando de reducir
la población mundial a unos sanos
mil millones de homo sapiens,
el equilibrio justo y sostenible
según sus cálculos demográficos.
(2)
AGUA FIESTAS (DETALLE CRUCIAL)
Bebía yo en un bar josefino
precisamente el día
en que moría Charlton Heston.
Así lo decían las noticias internacionales
y nadie siquiera reparaba en el aparato
porque un señor adivino era el alma del bar
prometiendo, por unos pocos colones,
arreglar la vida a todos con sus ajadas cartas,
cuando dije las palabras mágicas
a través de un improvisado megáfono
hecho con el diario:
Señor adivino:
¿verdad que usted nunca atina el gordo?
(3)
SER PABLO ESCOBAR NO PAGA EL CRIMEN
Los aviones fáciles,
las modelos también,
los helicópteros igual,
edificios similares,
ciudades, pueblos,
país personalizado,
reinando sobre todo lo corruptible
mientras el tío Samuel
solo pelotas mostraba...
Y a más de una década
después de ser masacrado,
en su Hacienda Nápoles
retozan en laguna de lujo
de aguas siempre eternas
12 hipopótamos del Serengetti
ajenos a la ambición
de los antiguos carteles.
(4)
FALSA IDENTIDAD
Me creo lobo con luna llena en cada ojo,
a veces un vampiro
y sin más opción en el menú salgo a chupar.
Mas de todos mis monstruos ocultos a simple vista
me gusta el poeta que llevo dentro.
(5)
NOCHE DE LOS SUEÑOS DISÍMILES
-->
La monótona voz de Neruda
leyendo sus poemas me arrulla.
Pierdo la vigilia entre el Poema 15 y 20,
pero Neftalí Ricardo sigue declamando
en la oscuridad del cuarto.
Sueño verdades a medias:
a
A José León le dieron
el Nobel de Literatura
mientras Albán monta
una rabieta amenazando
más versículos.
b
Fidel Castro esconde
un clon de sí mismo bajo la manga.
c
Unos señores en el bar preparan los últimos
detalles para arrasar al mundo
pero por fortuna les falta
la parte más importante: ¿cómo?
d
Seis poetisas cargan
mi ataúd hacia el zoo,
pues, como les vengo sugiriendo,
deseo reencarnar
en un ser menos salvaje.
e
Han pasado millones de años
y ahora Andrómeda aparece en la noche terrestre
como una inmensa vertical pupila de gato amenazante:
apenas le faltan dos mil años
para iniciar la pelea cósmica de los pesos pesados.
f
Jesús tomó un agujero de gusano súper masivo
y vino al bar Limón
a embriagarse conmigo:
propuso llevarme a su tiempo
como el apóstol número 13,
pero en la mañana me aclaró las cosas:
“Uno así apuesta hasta la mujer”.
Nos despedimos quedando como amigos.
(6)
SEMBLANZA DEL POETA CARLOS MARTÍNEZ RIVAS (Bar La tómbola, 1973)
Apunta mi buen amigo,
el poeta Alberto Fonseca,
que Carlitos Martínez Rivas
iba por regla en estado deplorable:
descamisado, tembloroso,
siempre como recién salido de un susto;
peregrinando en San José de Costa Rica
por los chinchorros de Calle 12,
entre mujeres empollando pesadillas
en el piso húmedo de escupitajos y orín
y chicheros repugnantes mendigando
ferozmente un trago
para mitigar la resaca interminable.
Porque si alguien no parecía poeta
(hay tipos disfrazados de poetas)
ese era Carlitos,
por fuera un indigente,
por dentro,
un sin fin de palabras mayores.
Vivió como le apetecía:
hecho una desgracia.
Un genio de la botella
hasta la sepultura.
(7)
-->
POR UN PELITO...
La amplia grupera sin cielo raso
y el ambiente que hierve,
un ruido constante de acomodo de botellas,
y esos energúmenos en el salón de bailables
me confirman que estuvimos
a 1% de quedarnos en chimpancés.
(8)
FRENTE AL EDIFICIO CENTRAL DE CORREOS Y TELÉGRAFOS
El transeúnte sin oponer
resistencia a los repartidores
de publicidad atacando
como cocodrilos
a la multitud humana;
un tipo estrena
su divisa de cristiano
y obvia a las beldades ticas.
A dos brazos de mí podría
fusilar a la paloma tuerta
de este lado sin que advierta
la sombra siniestra
(la despedida instantánea
que uno ha deseado
debería venderse
en simple goma de mascar).
Y poetas pasando como dioses
se delatan por la indumentaria
y dos o tres tics aprendidos.
A mí nada me delata,
como ese ángel que hace de paloma tuerta.
(9)
FUGARSE DE ESTE ENTORNO
Hoy tendré amor propio: llevaré conmigo
mi móvil hasta una plaza
y lo crucificaré consignando en el mástil la leyenda
Rey de los locos
Uno desea tanto la paz,
transcurrir en una cabaña
meditando que uno es lago tranquilo
aunque a cada paso los otros me recuerden
que mi lugar natural en este mundo
es en medio de la polución y las pirañas.
Yo sé que todos mis esfuerzos constituyen
el más grande reto, porque es cosa
realmente de valientes
salirse de este cuadro
donde a uno lo han incluido
como una bestia más de la costumbre.
(10)
REDUCTORES DEL ALMA
Aquí los dueños del país no cumplen sus peticiones mientras ella languidece
por causas tropicales
y porque la nostalgia
en esta parte del mundo
por los colores de los pueblos y ciudades
es más venenosa que en otras latitudes:
unos versos con hongos claroscuros,
el musgo siempreverde
en las paredes pensativas del alma,
la piel suave del sentir
horadada por legiones de picones
cuyo objetivo es desgastar la generosa memoria,
que una vez chupada y relamida
sea la mujer nuestra
una máscara tan fija como la suma
que el banco nos recuerda le adeudamos.
Y aunque puedan honrar la liberación
no cumplen las peticiones de ellos
porque en el abismo de sus almas
usureras la desean muerta,
en definitiva muertay así lavarse las manos del crimen,
Lo dejó afuera de su casa y el pobre pasó toda la mañana mirando por donde usted regresa en las tardes.
Bien pudo usted sufrir un percance y no volver. Eso intuye su perro que parece de caza y aúlla el pobre como un condenado. Ya no lo quiere.
Seguramente pensará que él terminará por perderse. Qué salida más fácil: dejar las cosas para que se pierdan solas!
Ahora, mirando esta escena, comprendo a los suicidas.
Usted no quiere a su perro, señorita, se le nota. Cometió el fatal error de hacerse de uno perdiguero.
Usted necesita un perrito frío de apartamento que no la espere ni mire por donde usted regresa todos los días. Tal vez de cerámica o de bronce. Exactamente: usted, señorita, necesita un perro a su medida que también la deje sola como perra en abandono: sin amo, sin caricias. Esperando…
Usted no quiere a su perro, señorita, se le nota por como conduce. La gente así suele accidentarse toda; no sé si en la carretera, pero sí en esta vida sorpresiva. Y su perro aúlla desdichado. No se va, no se va, pero sabemos que terminará por irse cuando comprenda el no te quiero y ya nadie va a esperar a usted.