El lago sereno en mi ojo.
Me ubico extra radio,
aunque algunas veces lanzo
mi cuerda y bajo
a ese suelo donde todo
es huella de dolor:
gasto los bulevares,
entro a los bares
de barrio Amón
a emborrarme sin piedad:
anestesiar cobardemente
huesos, carne y nervios,
hasta ser un pez balbuciente
sumido en el éter
de la inconciencia.
Varios días en esta
indiferencia, encallado
en la cultura del guaro,
busco a tientas el extremo
de mi cuerda
(que dejé anclada
a la copa
de un árbol
en algún parque
de esta ciudad)
y entonces
mi alma remonta
en el aire ascendente,
en su impulso divino,
estacionándome
nuevamente
a siete mil metros.
***
©"Oscilaciones de un alma", Frank Ruffino, 2005.
Me encanta la imagen del cóndor con sus alas extendidas, allá en las alturas.
ResponderEliminarTambién cuando tu alma remonta vuelo y se rescata del dolor.
Un abrazo
Estimada Inés:
ResponderEliminarGracias por ser la primera en dejar opinión y apreciar este texto.
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank.
Estás muy creativo hoy. No te había leído hasta ahora dos poemas tan seguidos.
ResponderEliminarTú sabes que lo que necesitas no está en los bares, ni bajo tierra, en el dolor. La meta está allá alto y lo que te impulsa tan alto está dentro de ti. Tienes un alma noble y un corazón grande.
Un beso enorme, Frank
Estimada amiga Caro:
ResponderEliminarSí, aunque este texto es de 2005. Pero siempre escribo, todos los días, la mayor parte de las veces cosas de poca valía. Al tiempo me salen cosillas.
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank.
Hola Frank bello poema en omenaje al condor
ResponderEliminaresa libertad invidiable al volar por las alturas quien pudiera tenerla, nosotros solo
podemos acerlo con nuestra alma,un placer leerte amigo.
Un gran abrazo que tengas una bella semana.
Estimada Gladys:
ResponderEliminarSí, siempre he tenido sueños recurrentes volando como un pájaro pero con este cuerpo tan poco aerodinámico para el vuelo. Y nos queda el alma para remontarnos a otros cielos más altos y lejanos.
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank.
Si uno dice "emborracharme sin piedad", es como si emborracharse fuera un castigo y no lo que es, un deleite. Si no, recuerda a Rubén Darío.
ResponderEliminarAmigo William:
ResponderEliminarLos que somos alcohólicos en vez de deleitarnos sufrimos mucho. Pueda que tú disfrutes porque controlas el alcohol, en mi caso no: siempre tengo el cometido de ir a un bar a por tres o cuatro whiskis y termino bebiendo toda la botella o tomándome 30 cervezas, y algunas veces hasta haciendo el ridículo y exponiéndome a toda situación de peligro en una ciudad como San José. Así las cosas, para mí sí que es un castigo porque el alcohol ha traído muchos problemas y episodios terribles en mi vida, y esto desde joven, cuando empecé con este vicio a los 20 años. Si narrara todo eso saldría una novela un poco espeluznante.
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank.
Amigo mío,
ResponderEliminarme encanta leer tu poesía y más aún como en este caso cuando te dejas volar (la imagen preciosa). Como ves sigo siendo un pájaro al viento, a lo mejor con las mismas oscilaciones tuyas pero siempre en libertad, algo que nunca se debe perder.
Besos para tí querido Frank y grxs por estar.
REM
Estimada Rem:
ResponderEliminar...y cómo me encanta que esta pajarita se pose por un rato en una rama de este árbol endurecido por los elementos y cante algo para mí...
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank.
A siete mil metros, Frank, curioso que no nos hayamos visto. Claro que cada cual tiene sus medidas y lugares.
ResponderEliminarEsos bares, esas inconciencias, estos versos, qué te puedo decir, antipoeta??? Tu intuyes, lo intento: interesante, reflexiva y creativa tu anti-poesía que se vuelve aire y acaricia la esencia.
Un abrazo con cariño
Simplemente no te anestesies....como dices tú. Ni una gota de anestesia necesitas. Vive y escribe.¡¡Escribe y vive.!!
ResponderEliminarLa anestesia déjala para los que no saben ni vivir ni escribir.Pero tú si sabes.
Piensa...vibra..sueña...goza...sufre..remonta..cuenta...crea...¡no te anestesies!.
Un beso!
Amiga Ananda:
ResponderEliminarPues remontemos la altura juntos a 7 mil metros, como los cóndores sobre los Andes, reinando sobre todo allá abajo...
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank.
Estimada Antoniatenea amiga:
ResponderEliminarSí, es muy cierto: alejarse de la realidad por momentos es solo perder la oportunidad de seguir captando al mundo, y por ello creando una laguna en nuestra vida.
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank.