©Indicaciones del poeta de la botella (antipoema)

SI abre esta botella
no se decepcione,
no soy genio,
solo poeta que poco
sabe de milagros
ni cumplir
tres deseos,
pero bien podría
(si usted es dama)
hacer el amor conmigo
cuando se le antoje,
descorcha y ya
y si complazco
déjeme libre
a los tres días
de extasiarnos
uno con el otro.

Si acaso es usted homosexual
por favor vuelva a tirarme
donde me encontró
(no es nada personal).

Si es alcohólico
le advierto que soy venenoso;
además, estaría cometiendo
un acto de canibalismo puro.

Esta botella no es para
tiro al blanco
ni para trasegar
café hacia el trabajo.

Soy simple poeta
enquistado
en este vidrio verde,
no marino
exactamente,
nada más tránsfuga,
polizón de esta vida
evanescente.

Aquí solo va el viajero
y mientras alguien
da con él canta.

Libre de impuestos.
Licencia para
ir sin rumbo fijo.

Repito: NO confundir
con el genio
de la botella,
evite llevarse decepciones.

Descorche después
de practicar
el siguiente rito:
espere el crepúsculo,
arrodíllese
en arena seca,
haga fogata,
no maldiga,
si cree en Dios
rece diez padrenuestros
y agradezca
la oportunidad
de destapar
esta sorpresa
que ha venido
dando tumbos
entre las eternas
olas del mar.

Si es usted ladrón
no abra porque
se convertirá
en estatua de honradez.

Está botella esta soplada
a la medida
para que este vate
se pierda
en un mar de dudas.

Este bardo
teme a la oscuridad
de no ser leído:
no almacenar en armario
ni cubrir con nada;
asegúrese
que le dé siempre
el sol por las mañanas;
a la noche deje
una luz junto a ella.

Fecha de caducidad
aproximada:
cuando alguien
se olvide de él.

***

©"Indicaciones del poeta de la botella", Frank Ruffino. San Joaquín de Flores, abril, 2000.