A la muerte del poeta Jorge Charpentier García
A poco moriste
y siguió la vida
sin un ápice de culpa,
con la vanidad
empecinada en su juego
y nuevos poetas
creyéndose inventores,
designando colores
a las letras.
A poco moriste
y a ocho meses,
cuando se convencieron
de que no vendrías
a tu propio cumpleaños
el 22 de noviembre,
te fueron acomodando
en un oscuro cesto.
Te etiquetaron
poeta antiguo.
Pusieron todo
lo que eras en una camisa
de fuerza llamada
época del tiempo,
de otro tiempo,
de otra poesía,
de ordenar todo por manidas
fórmulas generacionales.
A poco moriste
y tu nombre está entre
los dignos de nombrar.
(Pero no es suficiente
engrosar la nómina
de seres evocados
por una cosa o por otra.
No me consuela
la justicia divina de la Muerte,
su fiera guadaña
pendiendo sobre las quijadas
con mueca de eternas).
Lo bueno sería
que vinieras cada año
y publicaras un libro
de poemas.
Que vinieras
como estación
de los mangos
y de las uvas.
Qué padre llegar
al bar y encontrarte
luchando con un poema;
verte trastabillar
hacia otra taberna despotricando
contra los odiosos
horarios de los hombres:
tanto te gustaba recibir
el alba con grandes ojos,
regresar a casa
cuando los cónyuges
salen de su ataúd
compartido
y con dolor vuelven
a esposarse
para seguir alienados
en la pesadilla
de los convencionalismos
sociales.
A poco moriste
y no han cambiado
mucho las cosas:
no mueren los pájaros
del barrio,
tu perro espera
en la puerta un regreso,
pasan los mismos
viejos gastados
(como si sólo
tú tuvieras
que morir)
hacia el súper o a misa,
o al Seguro a recibir
sus raciones de placebos
sin cariño.
A poco uno muere
y todo sigue igual,
sin un pueblo,
dos torres, un país;
un montón
de descuartizados...
Porque la vida,
cantan con toda razón,
sigue igual.
(© Frank Ruffino: "El que trasciende", texto inédito, abril 2004).
A poco moriste
y siguió la vida
sin un ápice de culpa,
con la vanidad
empecinada en su juego
y nuevos poetas
creyéndose inventores,
designando colores
a las letras.
A poco moriste
y a ocho meses,
cuando se convencieron
de que no vendrías
a tu propio cumpleaños
el 22 de noviembre,
te fueron acomodando
en un oscuro cesto.
Te etiquetaron
poeta antiguo.
Pusieron todo
lo que eras en una camisa
de fuerza llamada
época del tiempo,
de otro tiempo,
de otra poesía,
de ordenar todo por manidas
fórmulas generacionales.
A poco moriste
y tu nombre está entre
los dignos de nombrar.
(Pero no es suficiente
engrosar la nómina
de seres evocados
por una cosa o por otra.
No me consuela
la justicia divina de la Muerte,
su fiera guadaña
pendiendo sobre las quijadas
con mueca de eternas).
Lo bueno sería
que vinieras cada año
y publicaras un libro
de poemas.
Que vinieras
como estación
de los mangos
y de las uvas.
Qué padre llegar
al bar y encontrarte
luchando con un poema;
verte trastabillar
hacia otra taberna despotricando
contra los odiosos
horarios de los hombres:
tanto te gustaba recibir
el alba con grandes ojos,
regresar a casa
cuando los cónyuges
salen de su ataúd
compartido
y con dolor vuelven
a esposarse
para seguir alienados
en la pesadilla
de los convencionalismos
sociales.
A poco moriste
y no han cambiado
mucho las cosas:
no mueren los pájaros
del barrio,
tu perro espera
en la puerta un regreso,
pasan los mismos
viejos gastados
(como si sólo
tú tuvieras
que morir)
hacia el súper o a misa,
o al Seguro a recibir
sus raciones de placebos
sin cariño.
A poco uno muere
y todo sigue igual,
sin un pueblo,
dos torres, un país;
un montón
de descuartizados...
Porque la vida,
cantan con toda razón,
sigue igual.
(© Frank Ruffino: "El que trasciende", texto inédito, abril 2004).
Este mes de marzo se cumple seis años del precipitado y misterioso deceso del poeta Jorge Charpentier García (el día 20 ó 21 aparentemente, siendo encontrado sin vida tres días después en su habitación por su amiga, la poetisa Estela Fuentes y una vecina), a quien conocí dos años antes de su muerte en el bar La Madrigal. Después, en ese y otros reductos de Barrio Amón, como La Marinita, bar Limón, y buscando unos doscientos metros más hacia el sur, cerca del centro de la capi, bar Salón París y bar La embajada, nos encontramos regularmente y compartimos muchos whiskies, leímos muchos poemas de ambos y también nos salieron algunos poemas buenos. A pesar de que no creo ni me gustan los talleres, aprendí valiosos consejos de este gran maestro costarricense, quien se graduó en Filosofía y Letras en la Universidad Complutense de Madrid, donde fue Catedrático. Quien en 1997 obtuvo el más alto premio que otorga el Estado costarricense a sus escritores y artistas por toda una vida dedicada a la cultura, me refiero al Premio Nacional de Cultura Magón. También ganó el Premio Nacional de Poesía en cinco ocasiones.
La oda la escribí días después del deceso de este poeta enigmático, un gótico innato, siempre gastando lentes oscuros y de atuendo negro impecable, con su voz cartuja, y su cigarrillo siempre en los labios… Creo, las líneas del anterior texto son un intento de hacer una biografía-poema de la parte bohemia de este gran poeta americano.
La oda la escribí días después del deceso de este poeta enigmático, un gótico innato, siempre gastando lentes oscuros y de atuendo negro impecable, con su voz cartuja, y su cigarrillo siempre en los labios… Creo, las líneas del anterior texto son un intento de hacer una biografía-poema de la parte bohemia de este gran poeta americano.
Frank Ruffino.
Frank: Muy atinado este homenaje póstumo a este poeta nacional. A "Charpa" me lo tope una vez en el bar Los Condes, hace tal vez 8 años, precisamente por esa época en que ustedes, dices, establecieron amistad y compartieron la bohemia. Nunca, pienso, habrá un Magón de esa sencillez y altura, dispuesto a compartir con todos sus poemas y tertuliar de cualquier tema entre trago y trago. Impresiona tu texto, pintas un buen retrato de este gran señor de la poesía nacional.
ResponderEliminarUn honor leerte,
GSV
Precioso homenaje, al poeta. Un bello gesto.
ResponderEliminarBesitos
GSV:
ResponderEliminarBonita ave esa de las pampas guanacastecas. Como recuerdas: así era "Charpa". Quienes lo conocieron en persona no pueden sustraerse aún de ese influjo mefistofélico de este poeta. Desde el año pasado me hacía mucha ilusión sacar esta entrada.
Gracias por venir, leer y opinar.
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank.
P.D. Compuse varios textos más con el tema JCHG, pero este me quedó más a tono para la ocasión.
Darilea amiga:
ResponderEliminarSí, nunca está de más recordar y engrandecer aún más la memoria de los amigos!
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank.
Rufino amigo: Pintaste a Charpentier tal cual era: bohemio, impenitente, cuervo, murciélago, fumador, tomador, humilde, grande...
ResponderEliminarGracias por defender también la memoria de los ya idos.
Besos,
Rossi.
emociona que tu memoria esté intacta, y no haya ese silencio que precede a la muerte...
ResponderEliminarporque a veces hasta un "terromoto" te saca de circulación, y los amigos te olvidan cuando no estás en el podio,
felicitaciones,
Rocío L'Amar
Chile
Los grandes artistas gozan de ese beneficio - aparentemente favor divino - llamado inmortalidad: siguen hablando(nos) después de muertos.
ResponderEliminarExcelente texto Ruffino.
Hermano Poeta Rufino:
ResponderEliminarEs un honor para mí escribir un comentario al poema que le dedicas a Jorge Charpentier. Estamos convencidos nosotros, de acuerdo con las palabras de Mikhael Omraam, quelas palabras se van a vivir a alguna parte. El escritor trasciende con se lenguaje esta ilusión, saluda, toca los linderos, presiente las orillas, y entra decidido a esa realidad que no es su mundo circundante. La poesía es su medio para transcender este mundo y entrar el verdadero. Charpentier no se ha marchado. Su poesía es una invocación a la vida y está aquí. Por eso, también usted Rufino, lo recuerda desde la vida que es ahora y siempre y lo hace de manera magistral, de tal manera que su homenaje consiste en recordarnos que físicamente dejamos este mundo; pero permanecemos, quedamos en él en le esencia y misterio de la vida.
Con el respeto de siempre, te saluda Marco Tulio Mena.
Felicitaciones, Frank, por el homenaje sentido y excelente al poeta que se fue. Mas los poetas no mueren, queda en los poemas lo esencial de sus almas, la pura y verdadera poesía, como tú bien la llamas.
ResponderEliminarEspero tu visita.
Besos. María.
Rossi:
ResponderEliminarAsí mismo. Se nota que lo conociste.
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank.
Poetisa amiga Rocío L'Amar:
ResponderEliminarUn gusto saber que estás bien tras sufrir tu gran país este devastador terremoto que tiene el negativo honor de ocupar el segundo lugar desde 1960; precisamente en Chile fue el primero. Pero tú, a pesar de este evento natural desproporcionado y trágico, no caíste del podio: estás como poetisa, y como dice mi amigo, el poeta Marco Tulio Mena en los comentarios de esta entrada, estarás inmarcesible en tus poemas por los siglos de los siglos. Y nadie, entonces, te olvidará jamás; ni dejé de pensar en ti desde el mismo día del sismo.
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank.
Poeta amigo Marco Tulio Mena:
ResponderEliminarHonor grande y sorpresa aún más estés aquí comentando este texto mío de 2004. El poeta Jorge Charpentier, extinto físicamente, pero, como bien dices, existiendo en su esencia desde la palabra, tiene el poder de convocatoria y el misterio de los grandes poetas americanos: Neruda, Vallejo, Lugones, Reissig, Parra, Debravo, Darío, Girondo, Martínez Rivas...
Fue todo un gusto ser su amigo en los dos últimos años de su vida, como también de tu persona y de otros muchos (as)grandes poetas vivos que ha dado nuestra Patria, y otros en proceso también de eclipsar el firmamento de la poesía continental y que por fortuna son mis amigos.
Lo dicho por ti, sobre la trascendencia (casualmente ese texto es de otro más grande titulado "El que trasciende", cuyo poema titular está en uno de estos post) es una realidad que en 10 ó 20 años los físico cuánticos presentarán como una verdad científica: ya sabemos, dije en otro blog, que una micropartícula puede estar en dos o más lugares a la vez. Los multiversos ya empiezan a enseñar "su cresta" en las fórmulas de esos físicos teóricos. Aunque no soy religioso, sé, este universo físico está multiplicado en infinitud de universos paralelos: se ha ido Charpentier de este universo físico..., continúa él y todos los seres vivientes de aquí en otros lares dimensionales existiendo. No hay fin, solo es un cambio de traje para el próximo espectáculo. Pero la realidad más grande es que en sus palabras, en el modo exclusivo de cada poeta de decir sus cosas, el espíritu existe eternamente. Y nada mejor, entonces, que leer siempre sus versos, meditarlos y crear así la fusión, la hermandad con toda la esencia de las cosas.
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank.
P.D. Cualquier día de estos subo a la Meseta Central. Ahí estaré en La embajada o en el París. Aviso en la víspera.
Paisana poetisa María:
ResponderEliminarTe recordé hoy por la mañana, como tengo presentes a tantas y tantos amigos hermanados en la Poesía. Mira tú: telépatas puros somos. Gracias por estar en esta misma frecuencia, en esta vibra comunal, en esta pequeña tribu alrededor de la palabra.
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank.
P.D. Estaré hoy mismo en tu lugar.
Camarada poeta Zoroa:
ResponderEliminar...Eso mismo que dices bien: trascienden desde la misma nave que los encumbró a las alturas, y siguen ahí como testimonio del poder de conquistar esos derroteros exclusivos de la palabra.
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank.
Aunque sé opinarán más amigos y amigas poetas, gracias también a los poetas y escritores que hoy mismo me han dejado correos vía hotmail.
ResponderEliminarMuy bueno, Frank, excelente poema en memoria de Jorge Charpentier, un digno homenaje al poeta,te felicitó de todo corazón. De homenajes como este es de lo que estamos necesitados en esta tierra del silencio y el olvido.
ResponderEliminarPoeta Cristián Marcelo amigo:
ResponderEliminarEs increíble que en la red no se consiguen textos de Charpentier, salvo uno o dos poemas de este Magón. Fue un poeta ciertamente que gozó del respaldo de editoriales y entidades del Estado, aún así ninguna de éstas hace nada porque la obra de este gran poeta trascienda fuera de nuestras fronteras. Ya entablé contactos con un amigo que dirige una antología virtual (www.los-poetas.com), de las mejores en el mundo, donde afortunadamente ya aparecen Jorge Debravo, Laureano Albán y Gustavo Solórzano. Le expliqué hace unos dos meses de la situación con Charpentier que te comento, y me dijo que le proveyera unos cinco o seis poemas de él. Lo haré prontamente digitalizando textos y enviándoselos para que lo incluyan en tan prestigiosa publicación, como se merece este maestro.
Gracias poeta por apreciar el texto y este homenaje que diría está enmarcado en el mejor de tus estilos, porque tú sí eres un verdadero promotor, constante y afable con los poetas actuales olvidados en vida y con la memoria de los ya idos.
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank.
Frank que puedo decir... Solo poner algo tuyo para él también. Con tu permiso.
ResponderEliminarYA SABES QUE MIS MANOS CAEN (del Poeta Frank Ruffino)
A Jorge Charpentier (+)
ya sabes que mis manos caen
y suben al vuelo cuando la noche canta
ya sabes penumbra de mis ojos
y sabes mandolina murmulladota música
esta flor carnívora de mi alma enamora
solazados ruiseñores carcelados en mis poros
mistrales agonías y nerudas desolaciones
cernudas noches gráciles
darías tanto por París leonés
y tú en la comarca con ausencia de fusiles
buscando aún a Madrid
aquel Madrid que dejaste para resolver amores
y nunca volviste como antes y tu amor
se evaporó como Cibeles en tus ojos ocultos
ya sabes que mis manos caen
y suben al vuelo cuando la noche canta
ya sabes mis labios arrancándole
dulzainas a las cosas mudas
cuántas copas libadas en los poetas
cuántos besos sumideros
en esa gran boca de la indiferencia
ya sabes cuánto monstruo
ruge en mí
no sé si por derroche
o por atemorizar a los mieles
pero vengo sin querer atormentado y asustando
a causa de ver centellas en tus ojos cavernosos
y tus dedos esparcían vino
sobre mi cabeza afligida
ya esta vida crucifica
y el viento vate y vate
como olas locas
quisiera no saberme que voy muriendo
ni flor de un día
y que de tanta espera
visito algunas veces el osario mío
ya con huesos madre
huesos padre y huesos hermanas
y que tal vez un día un eco profundo
como marimba apenas
presentirá el sepulturero
y que de mirar y mirar
añoro entre tanto ido-venido
la soledad sin tregua del iluso
ya sabes que mis manos caen
y suben al vuelo cuando la noche canta
Besos y amor
je
Lo colgaste el 31 DE DICIEMBRE DE 2009, también es precioso. Merece volver a ser leído.
ResponderEliminarFrank muy bello homenaje.
Besos y amor
je
Poetisa Carmen Molins ("Sedemiuqse"):
ResponderEliminarBueno: me has dejado mudo, pero de la buena emoción que tranca la respiración. Sí: ese texto es de mi poemario "Fingida lágrima" de 2003, dedicado a Charpentier, publicación prologada por él con un título muy sugerente: "El desencuentro de las torres y la doble mirada" ("Torre de vigilias" y "Fingida lágrima": dos poemarios en un libro. El primero lo rehíce el pasado año y lo titulé "Canto sin nombre". Lo mandé al "Certamen Literario Brunca" resultando una de las tres obras premiadas).
Agradezco el hecho de que se te ocurriera copiar este texto de la publicación de diciembre y pegarlo, muy ex profeso, en esta entrada-homenaje.
Acaba de ver que el poeta Melvyn Aguilar sacó en su blog seis textos de Charpentier. Como nada aparece de este poeta en la red, te invito a complementar esto con lo que faltaba: la lectura de sus poemas, selección muy cesuda del ratón Aguilar.
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank.
Abrazos
Amigo Poeta Ruffino:
ResponderEliminarMuy sensible poema que le escribes como homenaje póstumo a este gran Maestro que fue el Poeta Jorge Charpentier García, Premio Nacional de Cultura Magón y muchos más de diversa índole en el mismo campo de la poesía y como académico de altura en literatura y filología.
Recuerdo muy bien tales días, cuando compartimos junto a Charpentier en esos bares que citas en tu introducción del poema, y me ha emocionado mucho, máxime que pintas en el poema todo cual fue: describes con una claridad meridiana y fiable la personalidad bohemia de este gran poeta nacional. Siempre creeré que ha sido un gran honor haber compartido en un bar junto a vosotros. Jamás imaginé que a quien te presenté en 2002, durante la presentación de tu primer libro de poemas "Diablos alucinados", el mismo Charpentier, iba a derivar este acto de camaradería en una entrañable amistad y menos que le compusieras una oda de esta naturaleza tan sentida y cierta, gesto poco común en la poesía de hoy en día en nuestro medio.
Saludos y abrazos,
Poeta Alberto Fonseca.
P.d. Cuando llames a mi amigo el poeta Marco T. Mena, me sumo a ese encuentro, igual que hemos ya compartido en esos espacios capitalinos.
Estimadísimo Poeta Alberto Fonseca:
ResponderEliminarContigo opinando aquí junto al poeta Marco Tulio Mena, me doy por satisfecho con esta entrada. Tú, porque anduviste en esos días cuando compartimos la bohemia josefina con Charpentier; y Mena, porque sé es conocido tuyo de muchísimos años, y en 2009 también me lo presentaste en La Embajada donde compartimos varias jornadas rindiéndole solo pleitesía a Baco, único desliz que me permito con los dioses (jajajaja!).
Por supuesto, amigo, estaré en pocos días en la capital. Les avisaré antes para celebrar la poesía!
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank.
Estimado Frank:
ResponderEliminarno he vuelto a saber de usted desde la última vez que nos vimos donde Jorge Zeledón. Gracias por su correo.
Me parece un excelente poema. Creo que algunos confunden a Jorge con Fernando Charpantier (Charpan), otro interesante poeta que aún vive.
Me gustaría conocer detalles de la muerte de Jorge, pues Mayra (quien fue mi compañera en filología y era muy amiga de Charpantier) no me contó mucho al respecto.
Un fraternal abrazo.
Mario León.
Escritor amigo Mario León:
ResponderEliminarExcelente memoria la suya don Mario. Si no ha perdido contacto con Jorge Zeledón Pacheco y su señora Sodelba Gutiérrez Chinchilla, salúdelos de mi parte (y a la mascota poco convencional, la tortuga "tuco". Imagínese: 2003, mientras me diseñaba don Jorge "Torre de vigilias" y "Fingida lágrima"; y usted preparaba una nueva publicación de cuentos. Pocos días de relación con ellos, pero gente inolvidable).
Yo del poeta Charpentier sé únicamente lo que dijeron los medios de comunicación y alguno que otro detalle filtrado por ahí. No tenía amigos en común con el Maestro. Tampoco asistí a su funeral donde podría haberme enterado de más detalles (casi nunca, o nunca participo de actividades donde la religión esté de por medio). La autopsia revelaba que tenía como tres día de muerto y a causa de un fallo cardiáco. Al parecer se fue de este mundo un domingo por la noche o lunes mientras dormía y no fue hasta el miércoles que su amiga, la poetisa Adela Fuentes, ya que el poeta no contestaba el teléfono hacía dos días, fue hasta su casa, y con la llaves que disponía la vecina por cualquier emergencia, abrieron, y bueno, lo ya sabido: el poeta muerto y su perro, pobre perro, desconcertado deambulaba por todo el interior de su casa.
La última vez que hablé por teléfono con Charpentier fue como una semana antes de su deceso. Me había dicho que estaba con medicamentos, mas ahora no recuerdo para combatir qué mal; y de hablar con él en persona como dos meses antes de su muerte, pues no lo había vuelto a ver por los lugares donde hablábamos y compartíamos con este Magón varios poetas y artistas, en las tabernas de barrio Amón, principalmente.
Es un gusto saber y haberlo contactado. Y gracias por apreciar este sencillo homenaje póstumo en memoria de este gran poeta costarricense.
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank.
P.D. Por ahí tengo un libro suyo de cuentos que había disfrutado mucho en su tiempo (2003). He andado buscándolo entre un cerro de libros. Seguro ahorita doy con él y le pego otra lectura.
...don Mario, lo olvidaba:
ResponderEliminarAunque no era de uso generalizado, empleábamos el diminutivo “Charpa” para referirnos a don Jorge, aunque, creo, él ni lo sabía.
Abrazos,
Frank
P.D. En el comentario dije equivocadamente "Adela" cuando es Estela Fuentes.
Frank, no conozco a este poeta, mas me uno al recuerdo que le otorgas en tu blog.
ResponderEliminarHecho que te dignifica.
Un abrazo en amista entre poetas no se si verdaderos o no, pero si lo intentamos!!
Poetisa amiga Mariangardi:
ResponderEliminar"Una vez me llamaron poeta materialista.
Y me extrañó, porque yo no pensaba
que se me pudiese llamar nada.
Yo ni siquiera soy poeta: veo."
Ya "Alberto Caeiro", al menos, habla por mí.
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank.
Frank, te invito a la vaca multicolor a ver mi último post.
ResponderEliminarSaludos camarada.
Sí, camarada Zoroa, iré ahora.
ResponderEliminarAbrazos,
Frank.
Zoroa:
ResponderEliminarCualquier cosa me deja enlace de LVM en mi correo: poetafrankruffino@hotmail.com
Frank,
ResponderEliminarPues el intento te salido muy bien. Me he imaginado un imposible... a Jorge Charpentier y a ti en uno de esos bares que comentas y él, leyéndote el poema. Espero que esté en el cielo, dando, recintado cosas de este mundo, a su modo de ver, a todos los ángeles.
Un saludos y un abrazo
Antonio Misas:
ResponderEliminarNo creo en el cielo de los cristianos. Solo en dimensiones paralelas o multiversos donde no hay ángeles ángeles, solo otro tipo de seres y también todo replicado de este mundo físico. Por supuesto: ahí está Charpentier, estamos todos, seguiremos todos si se nos agota este cascarón fatuo y nos echan al vertedero.
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank.
No deseo premios de dudosa procedencia.
ResponderEliminarValiente y digna respuesta al primer intento! Ni que fueras principiante!
ResponderEliminarBesos,
Rossi.
Amigo Frank: no es porque sea domingo de tarde lluvioso esta conmoción hasta el borde de las lágrimas... es la suma de la figura rescatada y de tus versos que lo respiran. Cierto que el contacto con gente así paga más que cualquier taller jamás hecho. Una charla con una persona de su estirpe equivale a duplicar la propia vida, como si hubieras entrado al bar con veinte años y al salir, tuvieras cincuenta, alguien así te queda pegado a la barba, asido a la piel e injertado a la memoria con vida propia. Por eso me atrevería a afirmar que aún no ha muerto, y falta mucho para que lo haga. Un abrazo, poeta!
ResponderEliminarFrank, bello homenaje a tu amigo, poeta y tocayo mío.
ResponderEliminarMorimos, pero mientras haya un hijo, un amigo, un lector que nos recuerde es una forma de perdurar en el tiempo.
Él, desde donde quiera que sea, estará agradecido de ese recuerdo tan hermoso con que le has obsequiado.
Un fuerte abrazo.
Poeta Alejandro:
ResponderEliminarCiertísimas tus palabras: ...a la barba y con vida propia hasta el mismo momento de también sucumbir uno! Pero en este universo, y multiverso, hay grandes sorpresas: solo debemos tener esa fe y levadura espiritual (aunque no sea creyente). Nos reuniremos todos sin duda alguna en otras instancias que no es el cielo ni cielos de las religiones, esos nos fueron vendidos a todos como tontos premios de consolación, mientras el clero y autoridades de las iglesias devoran la mejor parte del pastel en este ya paraíso y las ovejas se conforman con las migajas, si quedan...
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank.
Poeta y amigo Jorge:
ResponderEliminarSí, tocayo tuyo. Un placer siempre, paisano, tenerte opinando en este espacio que solo busca amistad y poesía, altos valores humanos que no deben perderse. Por ello, bien dices, el poeta Jorge Charpentier transita en mi memoria, mente y espíritu sin cambio alguno: solo partió físicamente, pero sigue, sigue en los mundos del misterio que apenas la ciencia cosmológica intuye, pero que nosotros sabemos ciertos.
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank
Hola Poeta Frank Rufino ,por fin apareciò tu blog , antes no estava .
ResponderEliminarA mi me gusta tu poesia !
Y se respira una atmosfera de amistad acá y fuera.
Perdona-me los errores , me da miedo escrever en Castellano entre tantos escritores.
gracias x gustar de mi trabajo , es una honra para mi!
ciaooo
Poetisa Marialuisa:
ResponderEliminarNo te preocupes por el castellano: tu mensaje es claro. Gracias por venir, leer y opinar. Un gusto contar contigo.
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank.
Hola Frank; he leído tu poema a Jorge Charpentier, agradezco me hayas dirigido hasta este sitio, deguste bastante de tu blog y en especial de este texto poématico... Me dejas con la inquietud de leer los poemas de este poeta...
ResponderEliminarUn gran abrazo...
Lorena Vera