jueves, 31 de diciembre de 2009
Monólogo ante un hombre en el olvido
Al poeta Humberto Garza
Dejadas por las manos
las tibias semillas
en la tierra removida.
Vendrá la lluvia de junio
y en tus pupilas germinarán
sin entender todavía
la magia de todo esto.
¿Recuerdas la complicidad
de las nobles bestias,
recuerdas cómo agitaban
la negra gleba?
¿Recuerdas a mediodía
la dulce voz de ella
por el campo con el rico alimento;
y lo bien que sabía todo
tras una mañana de sol,
y el milagro de un fresco de limón
al terminar la jornada?
Pero en tu crudo invierno
la duda martilla tus sienes
diciendo que nada de eso existió
ni que son tuyos estos frutos.
Y a pesar de todo
el ciclo no se detiene
porque un hijo de la diosa olvide,
y será para otros el renacer
desde la tierra.
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(Este texto es parte del poemario inédito: "Poemas evocados por Carmen Molins", 2009)
Es precioso, lindo, para otros el renacer desde la tierra.
ResponderEliminarBesitos y amor
je
Querida Sede: si tuviéramos que adorar algo, yo lo haría con la tierra, el sol...y los elementos. Todos ellos somos nosotros, ya lo "divino" viene en nuestra sangre, por eso, para mí, es incomprensible la idea de Dios, prefiero, como los romanos, tener muchos y muchas "divinidades", pero no en el sentido tonto y ovejuno de reverencia a un ser todopoderoso que tiene nuestro destino en sus manos, sino, entes cotidianos reflejos del mismo hombre y viceversa.
ResponderEliminarUn beso,
Frank