(1)
Cultura del guaro
Charco amargo,
lidiar con la nostalgia.
Ella desconoce esta cultura
de beber sin tregua:
celebramos con guaro
muerte y vida,
ganar o perder
cualquier cosa…
(2)
Mi alma
Aquí la esencia guarda su razón:
ahorra más espacio
en esta isla sin nombre.
(3)
Privilegiada
Ella parte sin hablar del regreso,
y ya tres días sin noticias…
¿Seré yo el nuevo abandonado?
Otro vate hará de la suyas con ella…
Y es a la única mujer, que aún así,
le abriría la puerta.
(4)
Como aquel otro día
Te recuerdo salvaje, dormida,
desnudo tu cuerpo sobre el mío,
después de épica amante.
Ahora llueve como ese día,
también el cielo era violento
y caían rayos muy cerca
de tu casa del lago
de tu casa del lago
y eso electrizaba todo en la alcoba
y extrañamente
nos creíamos energizados y locos,
practicantes del sexo primitivo
y que era tan bueno
a juzgar por esta raza
de seres amantes.
(5)
Zapatero a tus zapatos
Sin nubes,
azul, inmenso cielo,
qué majestuoso mar del aire!
Amos y señores
de ese reino
ascienden y levitan
los gallinazos en el aire
hasta ser puntos suspensivos,
y ellos que pueden
extasiarse como reyes
únicamente van pendientes
de cualquier aroma
nauseabundo.
(6)
Campeador
Calle vacía de vida y muerte,
no emergen los espíritus
a observar este indescifrable
misterio de los vivos.
¿Será por ser martes tanta ausencia?
Y en este pueblo las pocas cantinas
se han puesto de acuerdo
y descansan los martes.
Así que hoy es duro,
un día duro y raro
para hacer de sonámbulos.
Solo un viento logra llegar
hasta el corredor de mi tiendita
de cosas mentirosas,
aire tímido, reacio a entrar
por la celosía
y espantar siquiera
por segundos este calor amargo
enquistado en cada poro.
Al fin, desconcertado
y pensando en marchar
a mi habitación,
echarme la manta y fenecer,
aparece un ser mágico
trotando por media calle,
toda para él, cosa oscura y espectral,
mas tan viva, clara y alta!
***